En defensa de las hermanas Chalmeta
Los abajo firmantes, amigos y compañeros de colegio de Alda y Viviana Chalmeta, queremos expresar con la siguiente carta nuestra indignación ante las declaraciones hechas a los medios de comunicación por Pedro Chalmeta Gendrón, padre de nuestras amigas y separado de la madre desde hace once años.Consideramos que estas declaraciones son, cuanto menos, tendenciosas y en ciertos aspectos inexactas, y quisiéramos hacer las siguientes puntualizaciones, a nuestro juicio necesarias:
1. Que en lo que se refiere a la sentencia judicial de la separación, nos consta que Pedro Chalmeta impidió en diversas ocasiones a sus cuatro hijos visitar a la madre, como estipulaba dicha sentencia.
2. Que los hijos, por decisión propia y unánime, se negaron a volver al domicilio de Pedro Chalmeta, ya que la convivencia con éste había llegado a ser insoportable, según sus propias declaraciones.
3. Que en la decisión del juzgado de mantener esta situación de facto que fue creada por los hijos, y no por la madre, influyó sin duda la actitud exaltada y despectiva hacia su familia de Pedro Chalmeta ante el tribunal.
4. Que el 4 de abril de 1981, Pedro Chalmeta vio desde su casa a su hijo Alvar, jugando en la calle con sus antiguos amigos del barrio. Fue a buscarle y le obligó a entrar en la casa por la fuerza, tras lo cual le propinó una paliza, según el testimonio del propio Alvar, produciéndole contusiones en diversas partes del cuerpo. Que la madre y los hermanos de Alvar, tras enterarse a través de los vecinos de Pedro Chalmeta de la actuación de éste, acudieron al domicilio de Pedro Chalmeta a interesarse por Alvar. Pedro Chalmeta les cerró la puerta, llamándoles hijos de puta. Ante la insistencia de los hermanos, Pedro Chalmeta volvió a abrir la puerta, iniciando un forcejeo con ellos, circunstancia que aprovechó Alvar para salir de la casa y reunirse con su madre, que le esperaba en la calle.
Este es el testimonio de los hermanos Chalmeta, ratificado posteriormente ante los tribunales. Finalmente, quisiéramos añadir que, a nuestro juicio, la carta de Pedro Chalmeta Gendrón no hace sino ratificar su continuo desinterés y falta de sentimientos hacia sus propios hijos; actitud que ya manifestó anteriormente, pidiendo al juez que enviara a sus hijos Alvar y Fernán (catorce años) a un correccional, donde estuvieron un cierto tiempo.
Esperamos que esta carta reciba la misma publicidad por lo menos que la de Pedro Chalmeta Gendrón, para restablecer la imagen de los hermanos Chalmeta y de Jimena Alonso, que estimamos ha sido injustamente dañada, en un momento en el que ellos mismos no se pueden defender. /
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