Carlos Robles Piquer niega que la televisión sea un instrumento esencial para ganar las elecciones
«La televisión no es un instrumento esencial para ganar las elecciones, como lo demuestran los dos ejemplos recientes de Francia y Grecia, en los que este medio estaba mayoritaria ni ente controlado por un partido en el Gobierno, y, sin embargo, las elecciones fueron favorables a partidos de la oposición», declaró ayer Carlos Robles Piquer al término del acto de la toma de posesión de su cargo como director general del Ente Público RTVE, acto que fue presidido por el ministro de la Presidencia, Matías Rodríguez Inciarte.
En la toma de posesión estuvieron presentes, además del ministro de la Presidencia, el de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, y el de Cultura, Iñigo Cavero. Acudieron también los miembros de UCD del Consejo de Administración de RTVE, excepto José Antonio Escudero, y la consejera de Alianza Popular, Carmen Llorca. No acudieron, sin embargo, ni el director saliente, Fernando Castedo, ni los representantes del PSOE y del PCE en el Consejo de Administración. Tampoco asistieron al acto informadores de la televisión ni de la radio estatal, aunque sí estuvieron presentes técnicos de estos medios.Carlos Robles Piquer negó que su nombramiento haya obedecido a una operación poselectoral gallega. «Sé que mi nombre», dijo, «fue propuesto al presidente del Gobierno en julio pasado. Esta propuesta se intensificó en septiembre, y yo hablé sobre el tema con Calvo Sotelo mucho antes de las elecciones gallegas». El nuevo director general de RTVE añadió que la única directriz que había recibido del presidente del Gobierno era la de llevar una línea de independencia.
El ministro de la Presidencia del Gobierno había explicado minutos antes, al contestar al discurso del nuevo director de RTVE, que la capacidad de independencia de Robles Piquer había sido la cualidad en la que se había fijado el Gobierno para nombrarle, además de la capacidad de trabajo y de rigor. «El Gobierno», dijo el ministro de la Presidencia, «respetará siempre la independencia del director de RTVE».
«No vengo a la gran casa de la radio», dijo Carlos Robles Piquer en el discurso que pronunció tras la jura de su cargo, «para soportar ni implantar ninguna clase de sectarismo. Ejerceré con mesura, pero con plenitud, los poderes y facultades que la ley me otorga. Espero que los demás cumplan igualmente con ella».
Carlos Robles Piquer manifestó que era consciente de que habrá de enfrentarse a obstáculos considerables, «entre ellos el de suceder a Fernando Castedo, que ha dedicado unos meses intensos y fecundos a guiar los primeros pasos de una nueva fase de Radiotelevisión Española. Contribuiré sin regateos a consolidar dicha nueva fase en la que nuestra radio y televisión ha de servir a España y a la Corona y ha de contribuir al cumplimiento de la Constitución y al fortalecimiento de la democracia».
Según el nuevo director de RTVE, el sistema de libertades es fundamental para llevar a cabo cualquier tipo de polítíca cultural a través de los medios. «No tengo dudas de la anchura oceánica que en la España de 1981 ofrece a la libertad el sistema que estamos construyendo, y cuando hace falta defendiendo, pero a todos corresponde evitar que este océano pueda llenarse otra vez de veneno o de estupidez».
Tras hacer una referencia en su discurso a los hombres y mujeres de la radio para que trabajen con ilusión, en paz y hermandad en construir una España democrática, pidió a los miembros del Consejo de Administración de RTVE presentes y ausentes que piensen en el próximo futuro más que en el pasado. «La mañana de hoy», dijo, «en que celebramos la recuperación del Guernica, no debería estar marcada por ninguna discordia».
Cumplir el Estatuto
Para Robles Piquer, la filosofía de su próxima actuación al frente de RTVE se va a centrar en la independencia de acción, cumpliendo siempre los principios que señalan los artículos 3º y 4º del estatuto, aquellos que se refieren a la objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones, la separación entre informaciones y opiniones, el respeto a los pluralismos, al honor, a la fama y a la vida privada, la protección de la juventud y de la infancia y el respeto a los valores de la libertad y de los derechos contemplados en la Constitución».
Robles Piquer dijo ayer que no había pensado en un nuevo equipo directivo, pero admitió que lógicamente no podrá pedir colaboración ni responsabilidad para altos cargos a quienes muestran que no están de acuerdo de antemano con su nombramiento. «La televisión es un organismo vivo, y como tal, tiene cambios posibles. No hay, por otra parte, ninguna razón para que la pertenencia a un partido, político sea una causa de separación o nombramiento de un cargo, pero he de procurar que se cumplan ciertas condiciones fijadas previamente».
Respecto a la reestructuración del personal, uno de los principales problemas con los que deberá enfrentarse, si sigue la política de saneamiento económico iniciada por Fernando Castedo, el nuevo director de RTVE dijo que no va a permitir, «porque. es escandaloso», que existan personas que no aparezcan por Radiotelevisión y sin embargo que cobren. «No habrá trabajadores mal aprovechados ni empleados fantasmas».
Carlos Robles Piquer, que se manifestó «abrumado» por el volumen de responsabilidades que se le avecinan «antes de haberlas asumido», dijo que la existencia de la televisión privada es saludable si se acierta en las normas que la regulan, «pero procuraré que la televisión del Estado sea mejor que cualquier otra televisión privada».
Sobre la actual programación de Televisión Española, Robles Píquer dijo que no estaba en condiciones de dar una opinión global, porque no veía mucho la televisión, y la opinión que tiene es fundamentalmente de lo que le cuentan los amigos, y lo que lee en los periódicos, «pero creo que hay cosas susceptibles de mejora».
En cuanto a la influencia, decisiva o no, de la televisión en las elecciones, Carlos Robles Piquer comentó también «que existe una experiencia casi mítica sobre el tema». En otros tiempos se creía en esta influencia, como en un artículo de fe, pero en estos días, la experiencia de Francia y Grecia han demostrado lo contrario. En el primer país, el partido socialista, vencedor de las e[ecciones a pesar de que la televisión estaba más o menos controlada por el anterior presidente, Giscard d'Estaing, parece que no ha tenido en cuenta esta lección, «porque ha barrido de un golpe a todos los directivos de la radiodifusión statal, sin la menor contemplación ni la más mínima consideración por profesionales de reconocidos méritos».
Tanto Robles Piquer como el ministro de La Presidencia, Matías Rodríguez Inciarte, lamentaron la ausencia en el acto de los consejeros socialistas, y el comunista de Radiotelevisión Española.
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