Una industria tradicional en España
La industria conservera nació a mediados del pasado siglo. Allá por el año 1850 desapareció la sardina del Mar Mediterráneo. Entonces se produjo la "invasión de la barretina", la emigración de empresarios catalanes hacia Galicia. Unos años después naufragó un buque francés frente a las costas de Pontevedra y las mareas empujaron a la playa conservas en frascos de cristal y hojalata. A partir de 1861 dos empresarios, Goday y Curbera, enlatarían conservas en las rías de Vigo y Arosa.Crece el sector con la utilización de la hojalata y llega a 1971 con un censo de 758 empresas en todo el litoral español. Desde entonces, fruto de la renovación tecnológica y el incremento de costes se produce una reestructuración natural del sector que hoy tiene 373 fábricas y según la patronal mantiene el nivel de empleo de hace una década -5.534 varones y 34.307 hembras-, absorbe el trabajo del 70% de la flota del litoral -que sólo en Galicia concentra a 70.000 marineros y mariscadores- y ofrece cientos de puestos de trabajo inducido.
El sector trabaja pescados -sardina, atún, caballa, bonito y otros-, crustáceos y moluscos. El 72'56 % de las conservas utilizan aceite, el 17'87% son escabeches, el 4'02% productos al natural y el 5'55% tomate y otros productos.
Los aceites que utiliza, según fuentes empresariales, son soja (76%), oliva (23%) y girasol (1 %).
Galicia es la región líder en producción con un 53% del total español. La siguen Canarias (24'18%), Cádiz (9'35%) y Santander (5'29%).
Las empresas punteras del sector, por volumen de producción, facturación y presencia en el mercado son Garavillas, Massó, Calvo, Albo, Rocar, Ojeda Hijos y Alfageme.
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