Roberto Lertxundi rechaza las propuestas conciliadoras de Santiago Carrillo

Las propuestas del secretario del Partido Comunista de España (PCE) a la ejecutiva del Partido Comunista de Euskadi (EPK), para pacificar el proceso de fusión de estos últimos con ElA, fueron rechazadas ayer por el secretario general vasco, Roberto Lertxundi, y la mayor parte de la dirección de Euskadi. Este desacuerdo, que a la hora de cerrar esta edición no era más que verbal, ya que la votación estaba prevista para la madrugada de hoy, coloca a los comunistas vascos al borde de la ruptura con el PCE, considerada inevitable por la mayoria de los observadores.

En síntesis, la propuesta del secretariado, con Santiago Carrillo al frente, consistió en el levantamiento de las sanciones a los once comunistas vascos contrarios al «fondo y la forma» con que Lertxundi está llevando a cabo el proceso de fusión; en la convocatoria de un congreso extraordinario del EPK y en su opinión, a la asamblea extraordinaria del día 28 en Sestao, convocada precisamente por los sancionados y por los que comparten la idea de que tal y como la ejecutiva está gestionando la fusión, ésta supone la liquidación del partido.La oposición a la Asamblea de Sestao es el único punto que aceptan los partidarios de la línea-Lertxundi,ya que fue esta convocatoria el origen de las propuestas de expulsión «por actividad fraccional», y del cese en sus cargos del presidente del EPK y de miembros de la ejecutiva a Ramón Ormazábal y Tomás Tueros.

El escollo del congreso extraordinario

El principal elemento de discordia es la propuesta para celebrar un congreso extraordinario. «¿Desde cuándo los congresos de los vascos se fijan desde Madrid?», se preguntaba Roberto Lertxundi sobre esta decisión. «Si el comité central respalda esta propuesta», añadió, «nos vamos a reunir inmediatamente en Euskadi y mucho me temo que signifique la ruptura, porque la fusión con ElA está para nosotros por encima de lo que se diga aquí».Este atasco en las posiciones, que provocó numerosísimas intervenciones en la reunión del comité central celebrada ayer en Madrid, originó a su vez un hecho insólito en las sesiones habituales de este órgano de dirección comunista: la presentación, por parte de destacados renovadores, de una resolución alternativa a la patrocinada por el secretariado y Santiago Carrillo. Una intervención del renovador Carlos Alonso Zaldívar -que ha sido apartado a la secretaría municipal en el X Congreso-, en favor «del fondo y la forma» elegida por Lertxundi, originó la presentación de una resolución alternativa por parte de Pilar Brabo -asimismo, excluida del secretariado-, para que el PCE recordara explícitamente que quien dirige el EPK es 14 línea mayoritaria, es decir, la de Lertxundi, y aprobara su gestión.

Según manifestó Zaldívar a EL PAIS, «ha habido mucha ambigüedad sobre estos temas, y conviene, aclararlos». Como uno de los ejemplos, señaló que Mundo Obrero sólo ha publicado artículos de Ormazábal y ha silenciado los tres que ha remitido Lertxundi. Estos renovadores solicitaban asimismo que el Comité Central del PCE apoyara el congreso extraordinario que Lertxundi ha convocado ya para antes de fin de año, en lugar de fomentar la celebración de otro congreso extraordinario alternativo, tal y como se propuso ayer.

La convocatoria de dos congresos extraordinarios tiene su explicación: el de Lertxundi tiene como objetivo presentar a los comunistas vascos la fusión ya ultimada, y solicitar su aprobación para convertirla en oficial. La del secretariado, sin embargo, lo es para clarificar posturas e intentar conciliarlas, iniciativa ésta que es considerada por Lertxundi como «un pretexto para paralizar y obstaculizar nuestra irrenunciable convergencia con ElA».