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Discreta contención a la baja de los valores bancarios

Las sesiones de bolsa celebradas ayer en los mercados nacionales tuvieron como característica más definida el freno a la baja que presentaron los valores bancarios. Por lo demás, las bolsas continuaron dando claros síntomas de atonía, la negociación se reactivó un tanto en base a la mayor operatividad de los bancos, pero el más amplio espectro del mercado continuó sumido en un sopor del que apenas escaparon bancos y eléctricas.Fueron estos dos sectores los que, según la costumbre en los momentos de debilidad, centraron la atención de los habituales. En el grupo de bancos, desde primera hora de la mañana comenzó a circular la impresión de que el decorado estaba a punto de cambiar, ya que por una parte los inversores, y por otra parte, las proplas entidades, consideraban como más que suficientes las pérdidas experimentadas a lo largo de las últimas reuniones.

La posibilidad de que se produjese alguna reacción técnica ante las bajas ininterrumpidas a las que se habían visto sometidos los valores más destacados del mercado, cristalizó ayer en el comportamiento de los valores bancarios que, cuando menos, plantearon un stop a su marcha descendente. Este parón en la baja de las cotizaciones del sector tuvo que ver por una parte con la decidida intención de las propias entidades de poner remedio a su cascada bajista, y por otra, con una clara contención en los niveles de oferta que se produjo tan pronto como los más avezados oteadores del mercado fueron capaces de discernir con alguna certeza el pretendido cambio de orientación en la trayectoria de los precios de las acciones bancarias.

La realidad es que este cambio ha resultado realmente poco consistente, y ha constituido más una demostración de voluntad que otra cosa. Las órdenes compradoras sólo hicieron acto de presencia, y de forma muy tímida, al final de las reuniones, por lo que su incidencia sobre los procesos de formación de cambios no pasó de ser puramente alegórica.

Por otra parte, la menor presencia de órdenes de venta también fue acusada en los sectores más castigados por los vendedores en los últimos días. Siderúrgicas y químicas obtuvieron un respiro por parte de la oferta, que en general asimilaron reduciendo su marcha descendente. En especial, el grupo químico en los mercados periféricos observó un comportamiento notablemente mejor que en jornadas anteriores, y ello como consecuencia de la citada contención de los vendedores.

Estas sesiones en general vinieron a reflejar el profundo desconcierto en el que se hayan sumidos los inversores, a quienes alguien parece empeñado en desconcertar sistemáticarnente. Cuando casi todas las previsiones apuntaban por un mantenimiento de una tendencia discretamente positiva, en la segunda quincena del pasado mes de septiembre, las bolsas enfilaron una pendiente declinante que no han abandonado hasta la fecha, a pesar de las buenas intenciones apuntadas ayer.

No es que este apunte de recuperación de los bancos constituya una señal providencial e inequívoca de cambio de tendencia, pero lo que sí es más que admisible es la perplejidad de los inversores, que ya habían asimilado la docilidad de los valores bancarios ante la adversidad y que se encuentran ahora con sus claras intenciones de repuntar. Los más que favorables resultados de las elecciones al parlamento gallego que ha obtenido Alianza Popular no han tenido un reflejo inmediato en el mercado, si bien las caras de satisfacción de más de uno de los asistentes a las reuniones resultaba más que evidente.

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