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Sondeo Sofemasa sobre el ingreso de España en la Alianza Atlántica

El 65% de los encuestados no sabe a que partido votar, se niega a manifestar sus preferencias o no votará

Si ahora se celebraran elecciones generales en nuestro país, la confusión sería una de las características principales de la actitud de los españoles ante la consulta. El 39,8% de los encuestados no sabe qué votar, votarán lo que les digan o, sencillamente, no irán a votar. Los que no quieren responder la pregunta se elevan al 27,7%. Con tales datos, las intenciones de voto ya decididas suponen un porcentaje reducido sobre el total de la muestra, por lo que en modo alguno debe considerarse un pronóstico de lo que sucederá, pese a lo cual es clara la tendencia ascendente del voto socialista.

La encuesta no se había planteado propiamente como un sondeo electoral, y, por tanto, la mayoría de las preguntas no se dirigían a despejar las incógnitas en ese terreno. Pero dos de las variables utilizadas -posición ideológica de los entrevistados y partido al que piensan votar- permiten hacerse una idea general de la situación. Las preguntas se plantearon por el siguiente orden: cuál es la posición ideológica en que se sitúa el entrevistado, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha; a qué partido votó en las pasadas elecciones generales, y a qué partido votaría ahora.Tal vez lo más sorprendente sea el descenso de expectativas de voto hacia Unión de Centro Democrático, así como el hecho de que los encuestados hayan declarado haber emitido su voto en favor del partido centrista en 1979 en proporción menor de la que correspondería a un fiel reflejo de lo sucedido en aquellos comicios, en que UCD quedó por encima del PSOE. Quizá la razón de ello estribe en que algunos de los votantes centristas prefieren no contestar.

Pero la tendencia es clara, tocante a UCD, respecto a la reducción de su fidelidad de voto. Poco más de un tercio de las personas que apoyaron a este partido están decididas a continuar haciéndolo, y cerca de un 40% no sabe qué hacer ahora, amén de pequeños trasvases a AP y PSOE.

La intención de voto hacia el PSOE no ha subido demasiado, pero la fidelidad de su electorado es muy superior (el 73% de los votantes socialistas volvería a votar al PSOE). El trasvase posible de sufragios socialistas hacia UCD es casi inapreciable, y muy escaso el que se iría al PCE -menos del 1 %-. Un 15 % del electorado socialista no sabe qué hacer ahora, y hay pequeños porcentajes de otras respuestas.

Un dato verdaderamente significativo es que la fidelidad del electorado comunista ha descendido a niveles muy inferiores a los del socialista, alterándose así una de las principales características políticas de los partidos comunistas que compiten en las elecciones de países occidentales. Esa fidelidad del voto comunista se sitúa, en este caso, en el 56%. Cerca del 9% de los que votaron al PCE lo harían ahora al PSOE, el 14% está decidido a abstenerse, y otro porcentaje similar declara que no sabe qué hacer. Un porcentaje muy reducido (1%) apoyaría ahora al Movimiento Comunista.

Este nivel de fidelidad electoral del partido comunista se equipara con el de Alianza Popular, e incluso el de éste es algo superior. Pero lo más significativo de este partido reside en que casi un tercio de su electorado se muestra indeciso o no contesta.

Los votos a partidos nacionalistas o regionalistas

Menos fiabilidad ofrecen los resultados de la encuesta relativos a partidos nacionalistas o regionales, puesto que las muestras utilizadas en los ámbitos territoriales en que actúan eran, lógicamente, bastante reducidas, al tratarse de una encuesta de ámbito nacional. Sólo como orientación puede indicarse que se aprecia una disminución de la intención de voto hacia partidos nacionalistas muy implantados o con responsabilidades en Gobiernos autonómicos (Convergencia i Unió, Partido Nacionalista Vasco, Partido Socialista de Andalucía), y, en cambio se incrementa el de partidos menos conocidos o sin responsabilidades autonómicas, como es el caso de las pequeñas fuerzas nacionalistas de Galicia. También a título orientativo cabe indicar que Herri Batasuna, principal fuerza de la izquierda radical vasca, parece incrementar su apoyo en el País Vasco, frente a ligeros descensos de Euskadiko Ezkerra y Partido Nacionalista Vasco.

Es muy importante hacer hincapié en la magnitud de las franjas del electorado que se encuentra indeciso, no quiere votar o se niega a contestar a la pregunta sobre sus preferencias políticas. Los que no saben qué hacer, piensan votar en blanco o prefieren abstenerse suman más del 40% de los encuestados, y los que no quieren contestar se aproximan al 26%. Se trata de una situación típica del estado de opinión política durante los últimos años en España, aunque quizá aparece ahora más agudizado por el hecho de que no existe una convocatoria electoral ya planteada. El único dato positivo es que parece disminuir la abstención.

Izquierda y apolíticos, ideologías dominantes

Por lo que se refiere a la posición ideológica de los encuestados en el espectro político, el cuadro que se ofrece en esta misma página recoge de forma muy matizada las diversas respuestas ofrecidas. La lectura política de estos datos depende, lógicamente, de los criterios del lector. No obstante, pueden avanzarse algunas hipótesis:

- Un tercio del país se sitúa en la izquierda, si consideramos conjuntamente las respuestas que indican adscripción al centro-izquierda, izquierda y extrema izquierda.

- El segundo bloque en importancia numérica es el de apolíticos. Este último se localiza en áreas geográficas como Extremadura, Baleares, Aragón, País Vasco y Castilla-La Mancha; se trata en una parte considerable de la parte más joven de los encuestados, y hay muchos apolíticos entre las personas de clase media y baja, con pocos ingresos y con estudios medios (bachillerato).

- El centro del espectro político español abarca un 12% de la muestra encuestada. Es difícil precisar si esto implica una tendencia clara de centro puro, aunque así parece indicarlo la encuesta, puesto que se ofrecían posibilidades de matizar centro-derecha o centro-izquierda.

La derecha, considerando como tales a los que se adscriben al centro-derecha, derecha y extrema derecha, abarca poco más del 7% del espectro.

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