El barco español llega a Ciudad del Cabo

El barco español participante en la III Regata Alrededor del Mundo llegó ayer a mediodía a Ciudad del Cabo, tras cubrir en 45 días, 23 horas y 20 minutos los 13.000 kilómetros, distancia aproximada de la primera etapa, que tuvo su salida en Portsmouth, el pasado 29 de agosto. El Licor 43 fue el decimoquinto barco que cruzó la línea de llegada en la bahía de la ciudad surafricana, cuando aún faltan otros once participantes por terminar la primera regata. Dos más se retiraron. En tiempo compensado, según las características de cada barco, ocupa provisionalmente la decimocuarta plaza. El Kriter IX, francés, es el líder, aunque el FIyer holandés llegó el primero en tiempo real.

Cornellus von Reitschoten, el multimillonario propietario del FIyer, ganador ya de la pasada edición, superó su propia marca en la misma primera etapa, Portsmouth-Ciudad del Cabo, hace cuatro años, en más de dos días. En 1977 el FIyer tardó 3 8 días, 20 horas y 7 minutos. Ahora, 36 días, 9 horas y 37 minutos. El barco holandés, que dominó en tiempo real desde la salida del puerto inglés, llegó el pasado día 4 al surafricano, al borde de las diez de la noche. Su rating, sin embargo, o desventaja por sus elevadas dimensiones, era muy grande, y para ganar en la clasificación en tiempo compensado, la válida, en realidad, que permite competir en la prueba a barcos de muy variadas características, debía sacar mucho tiempo a casi la totalidad de los rivales.El segundo en arribar a la bahía de Ciudad del Cabo, el francés Charles Heidsieck III, que lo hizo el miércoles día 7, pasadas la 1.30 horas, le superó ya, por ello, en casi quince horas al aplicar el rating para el tiempo compensado. Y otro de los barcos galos, el Kriter IX, aún con mejor rating -el más bajo- de los tres, se benefició de su llegada apenas tres horas más tarde que el Charles Heidsieck III. Aplicado el baremo superó ya en más de un día al FIyer, que pasó al tercer puesto, y en doce horas a su rival nacional.

Las encalmadas, azote español

La clasificación en los primeros puestos apenas podrá variar ya, aunque faltan por llegar todavía los barcos más pequeños. El Licor 43 español, intermedio en su eslora y características dentro del conjunto de participantes, parece que terminará en una posición así, tras confirmarse las previsiones de que no iba a navegar bien con los vientos flojos habituales en el descenso del Atlántico. Como las encalmadas fueron aún mayores que en otras ocasiones, según su patrón Joaquín Coello, eso les hizo perder tres o cuatro días más de lo esperado. «La etapa ha sido larga y pesada, pero no dura», dijo a la llegada, donde le aguardaba su mujer y algunos otros familiares, a los que se les permitió subir al barco cuatro millas antes de la línea de llegada, tras ser transportados por una embarcación del servicio portuario del puerto surafricano. Los diez tripulantes, salvo algunas leves indisposiciones, dos gripes, llegaron en buenas condiciones. Su mayor inconveniente, quizá, fue la imposibilidad de comer carne fresca desde casi antes de la mitad del recorrido, pues debieron tirarla a causa de una avería en el congelador. Tuvieron que consumir productos enlatados desde entonces.El barco español tampoco tuvo buena suerte con las encalmadas, pues «allí donde no había viento estábamos nosotros», comentó también Coello. El patrón del barco español, como ya dijo antes de la salida, según las características del Licor 43, que él mismo diseñó, con otro ingeniero naval de la Bazán de Cartagena, Pedro Morales, hará, sin duda, mejor papel en las regatas segunda y tercera, en las que los vientos y la climatología serán mucho más fuertes. De Ciudad del Cabo a Auckland, concretamente, la etapa comenzará el 3 1 de este mismo mes, y la de Auckland-Mar del Plata tiene previsto su comienzo para poco antes de fin de año.