El crudo mexicano, favorecido por la crisis en Oriente Próximo

La inquietud agudizada en todo el mundo industrial sobre los efectos desestabilizadores que el asesinato de Sadat podría tener en el área del Próximo Oriente no hace sino subrayar "el acierto del Gobierno español de diversificar las fuentes suministradoras de crudo y, en particular, el de los contratos suscritos con México", según la opinión expresada ayer en Bilbao por Claudio Boada, presidente del Instituto Nacional de HidrocarburosBoada, que se había desplazado al País Vasco junto con el presidente de Petróleos Mexicanos (Pemex), socio mayoritario de Petromex) desde enero pasado, con motivo de la celebración del consejo de administración de la refinería vasca, recordó que en la actualidad España es ya el segundo cliente de México, país que, a la vez, ocupa el segundo lugar, inmediatamente detrás de Arabia Saudí, entre nuestros suministradores. El presidente del INH atribuyó particular importancia al acuerdo suscrito la víspera en Madrid, en virtud del cual Pemex suministrará 8.000 barriles diarios adicionales de petróleo maquila destinados a su transformación en etileno y propileno en refinerías españolas actualmente infrautlizadas.

Claudio Boada expresó el apoyo del INH al proyecto de Petronor de construir una planta catalítica con una capacidad de refino de 40.000 barriles día, pero se mostró escéptico respecto a la viabilidad de una petroquímica integral vasca, en cuya posibilidad se habían basado no pocas experiencias de cara a la reconversión industrial de la zona. La actual crisis del sector en Europa, de la que Boada dió ejemplos, se debe, en su opinión, a los ventajas comparativas de los países productores de crudo en los que a la vez existen facilidades para la obtención de gas natural, como es el caso del propio México.

Al respecto, calificó de "especuIaciones prematuras" las noticias difundidas sobre la capacidad de Ias bolsas de gas recientemente descubiertas en la costa vizcaína, frente a Bermeo. Hasta que no finalicen los sondeos y estudios complementarios, resulta aventurado, en opinión de Boada, crear expectativas sobre posible explotación de tales bolsas. Su utilización como base de una futura industría petroquímica diversificada dependería de las garantías existentes no sólo sobre la cantidad existente, sino sobre las condiciones de extracción.