Calvo Sotelo afirma que no va a ceder ante la tentación liberal
Leopoldo Calvo Sotelo afirmó ayer tajantemente que tiene el carné número dos del partido, que no ha pertenecido a ninguna de las familias centristas y que no va a dejarse vencer ahora por la tentación que algunos le proponen de adscribirse a los liberales. Estas declaraciones, formuladas en respuesta a una de las preguntas de la conferencia de Prensa, celebrada a mediodía de ayer en Orense, se vieron reforzadas por otras de compromiso con el centrismo fundacional de 1977.
El presidente del Gobierno aseguró que no se dejará mover ni un milímetro del centro estricto en el que estuvo desde la fundación de UCD. En otra de sus intervenciones aprovechó para rebatir las acusaciones que se hacen al centro de ser un magma de confusión y sincretismo. Insistió en que UCD tiene fronteras muy nítidas, por la izquierda, con las posiciones de marxismo moderado y, por la derecha, cón el autoritarismo, dificilmente conciliable con la democracia.Recalcó que más de seis millones de votantes supieron identificar con claridad la ideología centrista en las elecciones de 1977 y de 1979, y se mostró confiado en que volvieran a saber hacerlo en las de 1983. Rechazó haber recibido presiones de los sectores empresariales para la derechización de UCD, y aseguró que él, personalmente, sólo se debe al programa de UCD y a sus propias convicciones.
Una de las cuestiones recurrentes planteada en cada uno de los encuentros con la Prensa ha sido la de las coaliciones que hayan de formarse en el marco regional gallego para gobernar esta comunidad autónoma, así como la posibilidad de que el modelo que aquí se adopte prefigure otras alianzas en el ámbito nacional. El presidente se ha mostrado extraordinariamente cauto y se ha remitido al día 21 de octubre, fecha siguiente a la de los comicios, para dar una respuesta con los resultados en la mano. Ha precisado que la decisión sobre las posibles alianzas corresponde a UCD, aunque él espera dejar oír su voz con autoridad sobre el particular.
El presidente fue informado inmediatamente sobre el atentado a Sadat, y tuvo ocasión de comentar las repercusiones que el hecho pudiera tener en un área tan sensible y delicada como la de Oriente Próximo. También pudo pronunciarse, en una de sus respuestas, sobre la televisíón privada. Cuestión, dijo, que está en todos los comentarios, pero también en la Constitución y el propio estatuto de RTVE. Habló de que la disposición reguladora de las cadenas privadas se encuentra en estudio y que, tras la consulta con los órganos ejecutivos de UCD, esperaba poder llevarla a un próximo Consejo de Ministros.
Plataforma personal
En resumen: si este viaje no forma parte de la campaña electoral gallega, como Leopoldo Calvo Sotelo no se cansa de repetir, habrá que concluir que está sirviendo de plataforma para ciertas autodefiniciones y otras proclamaciones de apoyo al partido centrista, sobre el que, en definitiva, el presidente del Gobierno parece aspirar a ejercer alguna forma de liderazgo.La jornada de ayer se inició con un viaje de Pontevedra a Carballino, partido judicial que dio su acta de diputado a José Calvo Sotelo, el líder de la derecha del que el presicfente actual es sobrino carnal. Dentro de la circunscripción electoral orensana se hizo visible la presencia de Pío Cabanillas y, junto a él, del hombre que domina el campo, el inevitable Eulogio Gómez Franqueira.
Por lo que aquí se ha visto, las filas de UCD no son las de los grandes oligarcas. Nada que ver con el mundo de Sotogrande ni con el gran capital empresarial y financiero. Paisanos del campo y pequeños empresarios, ésa es la clientela centrista que se ha acercado al presidente. Aquí, en Galicia, Leopoldo Calvo Sotelo ha buscado apoyar a sus compañeros de partido, candidatos en campaña, sin apantallarlos ni suplantarlos, como ha hecho Fraga con los suyos, mediante una inversión de 280 millones de pesetas en propaganda, facilitados, según se asegura, por el Banco de Santander.
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