Apatía, desinterés y cansancio ciudadano en el arranque de la campaña electoral
Apatía, desinterés e incluso un cierto cansancio ciudadano, que recuerda en tono menor la situación anímica del electorado en la pasada campaña de ratificación del Estatuto, configuran -transcurrida ya la primera de las tres semanas oficialmente reservadas a la publicidad política- el ambiente con el que el presidente Calvo Sotelo tomó contacto ayer en el inicio de su gira de apoyo a los centristas gallegos, ante los comicios del 20 de octubre.
En el intento de corregir esa situación habría que inscribir tanto el viaje del presidente del Gobierno, que no participará directamente en mítines, como la anunciada visita de Felipe González, la probable de Santiago Carrillo y la maratón propagandística que, a razón de tres y cuatro actos diarios en las principales comarcas, viene desarrollando desde antes de la apertura del período oficial de campaña el dirigente de Alianza. Popular (AP) Manuel Fraga.La figura -física y política- del líder conservador es precisamente el eje de una campaña en la que los publicistas de AP manejan un presupuesto inicial de cien millones de pesetas, susceptible de ampliación en función de posteriores necesidades. Parcialmente iniciada unos días antes del período oficial, la actividad propagandística de los partidarios de Fraga ha conseguido en la primera semana de trabajo una hegemonía casi absoluta para AP en las vallas y paneles publicitarios.
Alianza Popular ofrece en esta ocasión una imagen de marca muy específica, determinada por la utilización masiva de la lengua gallega y la exhibición de una abundante simbología -banderas blanquiazules, paisajes típicos y el lema central Galegos coma ti ("Gallegos como tú")- con la que se pretende, aparentemente, evocar una galleguidad relacionada con la figura de un don Manuel más villalvés que nunca.
Mucho más preocupados por la eventualidad de una abstención, que, de seguir la línea ascendente iniciada hace cuatro años, incidiría de manera directa sobre el partido en el poder, los estrategas electorales de UCD basan su campaña - 120 a doscientos millones de pesetas- en la apelación directa a los supuestos sentimientos conservadores del pequeño propietario rural.
El lema, «Defiende lo tuyo», Inequívocamente superpuesto sobre un fondo de fincas y vacas, no deja apenas lugar a dudas sobre los destinatarios del mensaje que informa toda la campaña centrista. Campaña que, ideológicamente, deja en muchos momentos a su derecha a la de Alianza Popular: los dirigentes de la UCD gallega han llegado a utilizar el aborto y la lucha de clases -cuestiones que, obviamente, exceden el marco de competencias del futuro Parlamento autónomo- como arma arrojadiza contra los socialistas.
De feria en feria
A su vez, el PSOE gallego, que intenta presentar una imagen de renovación moderada, a través de sus lemas Galicia quiere vivir y Haz Galicia viva, no ha conseguido aún una presencia pública que trascienda la rutina de los mítines. Conscientes, sin embargo, de la atipicidad del electorado rural gallego, los principales dirigentes socialistas iniciaron la pasada semana una original gira propagandística por las ferias pomarcales, en las que se promueven discusiones y se reparte propaganda de mano. La organización gallega del PSOE invertirá en su actividad propagandística alrededor de setenta millones de pesetas.
Notablemente más modestos, los presupuestos de las demás candidaturas que concurren a las elecciones, mantienen una relación de volumen proporcionada a las posibilidades aparentes de cada partido, excepto en el casó de la coalición nacionalista que forman el Bloque Nacional Popular Gallego (BNPG) y el Partido Socialista Gallego (PSG). La militancia relativamente abundante y demostradamente activa del BNPG-PSG -candidatura que aspira a consolidar su posición de cuarta fuerza política en Galicia- intentará obviar las limitaciones de un presupuesto que no supera los siete millones de pesetas.
El Partido Galleguista, aspirante a cumplir un papel de bisagra parlamentaria entre UCD y PSOE, invertirá un total de quince millones de pesetas en una campaña que, bajo el lema genérico de Somos gallegos, guarda más de un punto de contacto formal con la de Alianza Popular. Izquierda Gallega (EG) ha previsto un gasto global de doce millones de pesetas en su declarado empeño de mermar el espacio electoral del PSOE, y el Partido Comunista de Galicia, por último, invertirá seis millones de pesetas en el difícil intento -a la vista de anteriores resultados- de obtener una mínima representación en la Cámara legislativa intonómica.
Desde otro ángulo, la campaña institucional, con un coste presumiblemente no inferior a los 120 míllones invertidos en el pasado referéndum, intentará promover la participación con el lema genérico Vota a los tuyos. Pretendidamente institucional también, la acción propagandística que la Confederación de Empresarios de Galicia inició hace varias semanas para combatir la abstención costará un mínimo de 110 millones de pesetas.
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