Llopart, en condiciones de ser mañana campeón mundial
Jordi Llopart es el único atleta español capacitado para vencer en una final en la que se dan cita los mejores especialistas del mundo. Llopart fue campeón europeo en 1978 y, dos años después, subcampeón olímpico. Ahora es tan temido por sus rivales que los mexicanos, por ejemplo, no permiten que se entrene con ellos; hace años lo consintieron, Llopart asimiló perfectamente el estilo de la escuela de los Bautista y González, y desde entonces les ha ganado. Mañana, en la prueba de los cincuenta kilómetros de la Copa del Mundo, Llopart puede llegar a la cima del atletismo.
Desde el martes lleva Jordi Llopart concentrado en Valencia. Necesitaba recuperar el nivel de concienciación necesario para disputar la Copa del Mundo con el cartel de favorito. Hace quince días tuvo su primer hijo, niña en este caso, que era lo que quería Llopart: «Fue una gran experiencia que, lógicamente, me supuso un estado emocional que fue en detrimento de mis entrenamientos. Creí conveniente venir a Valencia, no sólo para aclimatarme y conocer el circuito, sino para desligar de mi mente aquello que me distraía».El circuito donde se celebrará la prueba favorece las condiciones de Llopart: «Al ser de 2,5 kilómetros en vez de cinco puedo mejor ir cumpliendo los tiempos que tengo previstos, pues yo soy un atleta de cronómetro. Me he preparado para hacer 3.45.00 o menos, que es un tiempo con el que se puede ganar, siempre que no haga fuerte viento, por supuesto, pero me parece que habrá que contar con él, pues lo está haciendo estos días al estar el circuito próximo al mar».
Llopart saldrá a ganar. Su ritmo le permitirá estar desde el principio en el grupo de cabeza. Marcará a sus rivales estrechamente hasta los treinta o 35 kilómetros, ya partir de ahí atacará, porque es cuando os primeros síntomas de desfallecimiento aparecen. No es que Llopart esté eximido del cansancio, pero a su favor tiene una capacidad de sufrimiento de la que no disponen los demás. Llopart jamás se ha retirado de una prueba de cincuenta kilómetros: «Lo de retirarse no va conmigo desde que comprendí que todo era cuestión de entrenarse más. Yo, al principio, era incapaz de acabar una prueba de veinte kilómetros; cuando comprobé que era porque no me entrenaba lo suficiente puse rápida solución al problema, y desde entonces siempre llegué a la meta con fuerzas sobradas».
Preparación idónea
La preparación que ha seguido Llopart para la Copa del Mundo no ha sido la ídónea: «Estuve en los Pirineos gerundenses trabajando a una altura que oscilaba entre los 1.500 y los 1.700 metros. Yo prefiero entrenarme por encima de los 2.000, pero esa altura sólo puede alcanzarse en Canarias, y este año el alojamiento en Las Cañadas de Tenerife estaba cerrado. Ir al extranjero no era posible, porque el presupuesto para la marcha ha sido exiguo para seguir una preparación de alto nivel. Cuando fui campeón de Europa pude estar en México gracias a un convenio y porque los marchadores mexicanos aceptaron que yo me entrenara con ellos. Ahora ya no me dejan y lo que no puedo hacer es marchar kilómetros y kilómetros yo solo porque eso hunde a cualquiera Hubiéramos tenido que ir varios, y no había dinero».Pese a esta circunstancia, Jordi Llopart piensa en la victoria, aunque con modestia: «Yo pensaba que en Moscú mi puesto iba a ser el tercero, y luego fue segundo, porque Raúl González pinchó. Ahora habrá que contar con él, porque, atinque nunca haya sido campeón olímpico o en la última Copa del Mundo fuera quinto por querer hacer una marca de sensación, es el mejor especialista de todos los tiempos. Sé que sería una decepción para los españoles que yo no ganara, pero en una prueba tan larga puede suceder de todo. Lo sentiría por toda esa gente que me reconoce por la calle».
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