Ningún elemento nuevo sobre Gibraltar tras la entrevista Pérez Llorca-Carrington

Al término de una hora de conversación entre el ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, y su homólogo británico, lord Carrington, no hubo ningún elemento nuevo sobre el futuro de Gibraltar. «Hablamos básicamente del ingreso de España en el Mercado Común y de las perspectivas que el ingreso de España en la OTAN abre para una solución al problema de Gibraltar», declaró Pérez-Llorca. El ministro hablará hoy ante la Asamblea General de la ONU, principal motivo de su estancia de cuatro días en Nueva York.«Con la entrada en la OTAN vamos a poder actuar sobre la causa del problema», afirmó el ministro, en relación con el tema de Gibraltar. «El origen del problema fue militar y el núcleo sigue siendo militar», añadió.

Citó el acuerdo de Lisboa como espíritu en la base de negociaciones. Con términos muy sibilinos, el ministro recordó repetidas veces que la entrada de España en la OTAN «permite entrever» una resolución del litigio histórico sobre el Peñón. No aventuró calendarios sobre el paralelismo lógico que debería existir entre el paso de España hacia la Alianza Atlántica y la recuperación de la soberanía sobre Gibraltar.

Las hipótesis de una salida para el futuro de Gibraltar, convirtiéndolo en una base de la OTAN, con mayor importancia estratégica que la actualmente desempeñada por el Reino Unido, aparece como lo más plausible.

Para hoy, jueves, Pérez-Llorca tiene programada una entrevista con Claude Cheysson, ministro galo de Asuntos Exteriores, donde el capítulo europeo tendrá prioridad, sin excluir otros de interés general, como la situación fronteriza en el País Vasco, el ingreso de España en la OTAN o el futuro del conflicto en el ex Sahara español o la situa ción en Guinea.

Es muy probable que el jefe de la diplomacia española celebre un encuentro -todavía no definido- con el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig. Se excluye por completo un encuentro con el ministro soviético de Relaciones Exteriores, Andrei Gromiko, en un momento de tensión entre Madrid y Moscú, tras las reservas soviéticas por el ingreso de España en la OTAN.