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El acuerdo UCD-PSOE dio "luz verde" al Estatuto de Canarias y a la ley de Armonización

El acuerdo autonómico entre Unión de Centro Democrático (UCD) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dio ayer por resultado la derrota de las enmiendas del Partido Comunista de España (PCE) y Partido Nacionalista Vasco (PNV) a la totalidad del proyecto de Estatuto de Autonomía para Canarias, que, de este modo, obtiene luz verde para iniciar su tramitación parlamentaria. Tampoco fueron admitidas las peticiones de las minorías nacionalistas catalana y vasca, para la devolución al Gobierno del proyecto de ley sobre armonización de las disposiciones normativas de las comunidades autónomas. Dichas minorías anunciaron recursos ante el Tribunal Constitucional.

La petición comunista y del PNV de que el Estatuto de Autonomía de Canarias fuera devuelto a la asamblea de parlamentarios fue rechazada por una amplia mayoría en la comisión constitucional del Congreso, al aceptarse el proyecto de Estatuto como base de discusión, por veintiséis votos favorables (centristas, socialistas y Coalición Democrática), cuatro en contra (comunistas, PNV y el diputado del Grupo Mixto José María Bandrés) y una abstención de la Minoría Catalana.En la defensa de su enmienda a la totalidad, el comunista Jordi Solé Tura reivindicó para el estatuto canario la vía del artículo 151 de la Constitución. El centrista José Miguel Bravo de Laguna acusó a Solé Tura de falta de entusiasmo por la autonomía canaria y recordó que el PCE no tiene parlamentarios en aquella región, a lo cual Solé Tura replicó que el entusiasmo depende de los argumentos, no de los gritos («de gritos sabe más el PCE», le contestó después Bravo de Laguna) y preguntó por la documentación que acredite la opción canaria por la vía del artículo 143.

El socialista Jerónimo Saavedra atribuyó la responsabilidad del retraso autonómico a la UCD canaria, pero estimó preferible aceptar el proyecto de Estatuto, por considerar que, en caso de retrasarse, sería inviable. Esta apreciación fue atacada por el diputado centrista Antonio Quirós, quien consideró que se había producido una intromisión de los socialistas en asuntos internos de UCD, contra el criterio mantenido por su secretario general, Felipe González.

El diputado del PNV, Marcos Vizcaya, defendió la devolución del proyecto de Estatuto al Gobierno por no contemplar la consideración de Canarias como nacionalidad y por no tramitarse por la vía del artículo 151. El centrista Quirós calificó de escollos las enmiendas a la totalidad presentadas, que, en definitiva, perjudican la autonomía y el Estatuto de Canarias. Marcos Vizcaya rechazó las calificaciones peyorativas para la utilización del derecho reglamentario a presentar enmiendas a la totalidad. La diferencia esencial entre los socialistas y los centristas fue que, mientras que los primeros se felicitaron de que el PNV se interesara por temas políticos ajenos al País Vasco, UCD arremetió contra los nacionalistas vascos. De modo especialmente agresivo, el centrista Lorenzo Olarte acusó al PNV de falta de tacto político, de injerencia en los asuntos canarios y de representar a un partido nacionalista canario de escasísima implantación y casi nulos resultados electorales.

Los nacionalistas, contra el proyecto

Esta explicación de voto desencadenó otras, como la del socialista Peces-Barba, quien expresó la satisfacción por el uso de los preceptos reglamentarlos por parte del PNV en temas ajenos al País Vasco; la del comunista Solé Tura, quien protestó porque la intervención de un diputado que representa al pueblo español en su conjunto en torno a problemas de España hubiera sido calificada de interferencia.Mayor complejidad jurídica presentó el debate de totalidad sobre el proyecto de ley en torno a los principios para armonizar las disposiciones normativas de las comunidades autónomas. Los portavoces de las minorias catalana y vasca, Miguel Roca y Marcos Vizcaya, respectivamente, protestaron contra un acuerdo de la mesa de la Comisión Constitucional -adoptada el 15 de septiembre pasado-, en que se rechazaban las enmiendas que pedían la devolución al Gobierno del citado proyecto de ley, y anunciaron la presentación de sendos recursos al Tribunal Constitucional.

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El socialista Peces-Barba manifestó que su grupo no coincide con la redacción del proyecto gubernamental y por eso no había presentado texto alternativo, pero estimó correcta la decisión de la mesa. El comunista Solé Tura explicó que, aunque su grupo había optado por presentar enmiendas a todos y cada uno de los artículos del proyecto de ley, ello no quería decir que la estrategia de los grupos nacionalistas hubiera de invalidarse.

El centrista Rafael Arias estimó «muy puesto en razón y de una lógica incontestable» el criterio mantenido por la mesa, ya que una vez que Congreso y Senado aceptaron la necesidad del proyecto de ley, no tendría sentido contradecir el parecer de las Cortes generales.

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