Mal comienzo en Segunda de los clubes morosos

Getafe y Levante perdieron ya sus dos primeros puntos en casa, circunstancia que cabía esperar por encontrarse con graves problemas económicos que impiden alinear a sus mejores jugadores. Almería y Sabadell, también en dificultades, sufrieron resultados negativos. Los almerienses cedieron un punto en casa ante el Burgos, y los arlequinados cayeron goleados en Murcia. Cabe señalar que en esta primera jornada en Segunda disminuyeron a la mitad los Sub-20 alineados ya sin obligatoriedad, y ello contando con que muchos jugaron obligados por las circunstancias económicas reseñadas.

Un Levante de circunstancias no pudo impedir el triunfo del más tranquilo y sobrio Salamanca. Hubo continuos gritos contra el palco presidencial, que tuvo que estar protegido por fuerzas del orden público.Buen partido del Mallorca, que mostró coordinación y peligrosidad. El Alavés apenas contraatacó. El árbitro estuvo demasiado riguroso en las tarjetas.

No pudo el Linares saltar el fuerte cerrojo del Coruña. Pese a la lucha arriba de Milos y Torres, la defensa gallega se mostró expeditiva.

A pesar de su abultado triunfo no convenció plenamente el Murcia, máxime ante un rival de ,circunstancias que sólo pudo oponer voluntad.

Partido nivelado en Huelva, con dos equipos que se alternaron en el dominio territorial, aunque el Elche expuso sólo cuando fue por detrás en el marcador.

El Córdoba y el Celta realizaron un buen partido entre ascendidos. El empate final fue justo, porque las ocasiones también estuvieron repartidas.

Mereció un mejor resultado el Almería, pese a su alineación obligada también por sus problemas. La taquilla -más de un millón de pesetas- está embargada por los jugadores.

Falló el Rayo en Oviedo

Buena entrada en el Carlos Tartiere, pese a que quedan bastantes localidades sin poder utilizarse por la remodelación del Mundial. Se recaudaron 1.300.000 pesetas.

Flojo partido el que jugaron el Oviedo y el Rayo. Apenas el bonito gol del ariete Omar, que a la postre sería decisivo, fue lo único vistoso del lance. El juego transcurrió generalmente por la zona ancha del campo, y sin ninguna precisión. Fallaron los centrocampistas de uno y otro equipo, y el público no se divirtió.

El Rayo salió agazapado, como acostumbra, fiándolo todo a la buena capacidad y a la solidez de su defensa, que sigue manteniendo a los mismos hombres de las últimas temporadas. Con el gol en contra, el Rayo se estiró algo y también creó un par de oportunidades para haber nivelado el marcador. Al final el partido acabó sin que se alcanzaran buenas cotas en el nivel de juego y con un resultado mínimo para el Oviedo, al que no cabe considerar como injusto.