Los conservadores noruegos formarán un Gobierno monocolor
Las conversaciones destinadas a discutir la formación de un Gobierno de coalición entre los tres partidos burgueses en Noruega fracasaron, y el Partido Conservador formará un Gabinete monocolor, que tendrá asegurado el apoyo parlamentario necesario. A los 54 votos propios sumará 15 del Partido Popular Cristiano y 11 del Partido del Centro, más 4 votos del ultraderechista Partido del Progreso.El desenlace de las negociaciones poselectorales, lejos de sor prender, encaja dentro de lo previsible a la luz de los resultados de la elección y de lo que había dejado entrever Kaare Willoch, de 53 años, líder conservador, en declaraciones formuladas la noche misma del escrutinio, cuando aún éste no había finalizado.
Las divergencias entre el partido cristiano y el conservador en el tema del aborto, cuya, legislación actual querían modificar los primeros suprimiendo o restringiendo los derechos que otorga a la mujer al respecto, son señaladas como causa principal del fracaso de las negociaciones. Ni el gran perdedor de las elecciones, el partido cristiano, estaba en posición de imponer condiciones ni el mayor triunfador, Willoch, estuvo dispuesto en ningún momento a aceptarlas.
Todo permite suponer que la solución a que ahora se llega es la que corresponde a los deseos del líder conservador y que éste, muy habilmente, ha conseguido, sin mostrarse en ningún momento demasiado soberbio o intransigente en las negociaciones. La formación de un Gobierno exclusivamente conservador es un primer triunfo político de Willoch.
Willoch tiene ahora las manos libres para llevar adelante una política propia en aquellos puntos que más le interesan -economía y política exterior- aunque las posiciones no sean estrictamente coincidentes con los otros partidos burgueses; sobre todo en lo que concierne a la explotación del petróleo, estos últimos no tienen, por ahora, entidad como para restarle los votos. Sin olvidar que en algunos puntos de estas cuestiones principales, conservadores y socialdemócratas tienen puntos de visita muy similares.
Experiencia sueca
Sin duda, la negativa experiencia sueca en materia de Gobierno de coalición burguesa influyó en la actitud de Willoch. Su neta victoria electoral, que le dio una indudable primacía frente a sus dos aliados tradicionales, terminó por decidirlo. Lo que aparece como una solución impuesta ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo estuvo desde el primer momento en los planes de Willoch. No obstante, esa primacía deberá contemporizar con cristianos y centristas, de cuyos votos precisa.Noruega tendrá, pues, un Gobierno conservador en los próximos cuatro años. Algo que no ocurría desde 1928.
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