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Pintó Balsemão pide un voto de confianza al Parlamento

El primer ministro portugués, Francisco Pinto Balsemáo, ha pedido un voto de confianza del Parlamento luso sobre el programa de acción del nuevo ejecutivo.La moción, que será votada el viernes, después del debate parlamentario, no significa ningún peligro para Alianza Democrática. Socialistas y comunistas están en minoría en el Parlamento, y además divididos entre sí, y Balsemáo puede contar con todos los votos de los tres grupos parlamentarios que le apoyan y le han reiterado su confianza en el primer día de la discusión.

La Prensa portuguesa de ayer centraba su atención sobre la larga intervención de Balsemáo ante la Cámara, considerada unánimemente como la más importante jamás hecha en público por el jefe del ejecutivo y de la coalición gubernamental. En el preámbulo de la presentación de su programa de gobierno propiamente dicho, Balsemáo tuvo la preocupación de definir una "plataforma de acuerdo de régimen": cinco temas prioritarios y fundamentales que, según él, deben unir a todos los "demócratas portugueses".

Para atacar los problemas de fondo, dijo el primer ministro, hay que alterar el cuadro constitiacional vigente, tarea que sustituye, en el nuevo programa de Gobierno, la prioridad de las prioridades que era el ingreso en la CEE.

Portugal no puede seguir siendo un país que exporta la mitad. del valor de lo que importa. En este último capítulo se encuentra el 80% y el 50% de sus consumos energéticos y alimenticios. La segunda prioridad es, pues, el estímulo a las exportaciones. El ingreso en la CEE, que sigue siendo, con la participación en la OTAN, el centro de gravedad de la política exterior lusa, debe ser encarada en esta nueva perspectiva del refuerzo prioritario de la capacidad exportadora.

La liberación de la sociedad civil, también tema privilegiado del programa del primer Gobierno Balsemáo, es sustituida por una descentralización administrativa y funcional que pasa por la consolidación de las autonom- ías otorgadas a Madera y Azores, y la creación de regiones en el territorio continental con amplias responsabilidades y recursos técnicos y humanos.

La reforma agrícola, tema habitual de polémicas, no fue ni siquiera abordada por el jefe del Gobierno, que dedicó mayor atención a los problemas de precios, incentivos a la reestructuración de las explotaciones, creación de empresas agroindustriales y fomento del cooperativismo agrícola.

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Las primeras reacciones de los socialistas no han sido muy positivas, aunque los observadores piensan que la actitud del grupo parlamentario en el curso de los debates distará mucho de tener la contundencia de las primeras críticas de Almeida Santos.

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