_
_
_
_
_

La plantilla de Nervacero rechaza un plan de viabilidad de la dirección

Los trabajadores de Nervacero han rechazado en una asamblea el plan de viabilidad que la dirección de la empresa ha presentado a la Administración central, «por contemplar en el mismo el despido de 198 trabajadores», informa Efe.Estos trabajadores han acordado asimismo rechazar «cualquier plan de viabilidad que contemple despidos».

El plan tiene como objetivo la adecuación de Nervacero a la actual situación del mercado de aceros comunes y la adaptación de su producción a los niveles de oferta mundial. Asimismo tiene previsto dedicar su producción a la exportación de producto acabado y la creación de lingote para Altos Hornos de Vizcaya y para las empresas de su grupo.

El plan situaría a Nervacero dentro de los estudios de producción previstos por la Dirección de Industrias Siderometalúrgicas y Navales del Ministerio de Industria, fijados en unas 330.000 toneladas de producto acabado, por lo que vería reducida su producción total con respecto al anterior plan. Nervacero tiene previsto asimismo poner en funcionamiento dos de los cuatro hornos existentes y el tren Danielli.

Para la puesta en marcha de este plan es necesario que el Gobierno y la banca aporten las cantidades que aún no han sido hechas efectivas del crédito de 4.500 millones de pesetas pactados en el anterior plan de viabilidad, lo que permitirá a la empresa una capitalización para abordar la negociación de la deuda pendiente y la generación de recursos propios.

En este sentido, las centrales sindicales según ha sabido Efe, no negociarán nada con la dirección de Nervacero miertras no se cumplan los compromisos adoptados por el Gobierno y la banca sobre las ayudas financieras pactadas.

Los trabajadores de Nervacero aprobaron, en agosto, del año pasado, un plan de viabilidad que recogía, entre otros puntos, una moderación salarial para los años 1980, 1981 y 1982 y la limitación de los salarios a la media del sector, la existencia de paz social hasta diciembre de 1982 y la puesta en marcha de una regulación de empleo rotativa.

Estos trabajadores fueron protagonistas de diversos incidentes durante los meses del conflicto. Ocuparon la Diputación Foral de Vizcaya, con retención de los parlamentarios vascos, el Ayuntamiento de Bilbao y los locales de la Bolsa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_