Nueva victoria del francés Alain Prost

El joven piloto francés Alain Prost, al volante de un Renault turboalimentado, ganó de -principio a fin el Gran Premio de Italia de Fórmula 1, disputado en el circuito de Monza, según informan las agencias. En el duelo particular entre Piquet y Reutemann, la fortuna se alió con este último, porque al brasileño, que iba por delante, se le rompió el motor de su Brabham cuando sólo faltaban unos metros para cruzar la meta. Reutemann, a falta de dos carreras, es líder con tres puntos de ventaja.

Michel Bougler tenía razón. Había apostado muy fuerte (véase EL PAIS del pasado domingo) no sólo por la victoria de uno de sus coches, sino además con la gran promesa del automovilismo deportivo francés al volante del ganador. Y su predicción se cumplió con asombrosa exactitud.

Prost tomó el mando prácticamente desde la salida, pese a estar colocado en la segunda fila de la parrilla. Aunque los Renault no son coches fáciles en el momento de la salida, porque el motor turboalimentado es más complicado en los arranques y porque además, al consumir más gasolina, en la primera parte de la carrera van muchísimo más cargados y su peso es considerablemente superior.

Tras su fulgurante arrancada y una mínima pugna con su compafíero de equipo, René Arnoux, que no puso demasiados obstáculos para que Prost le rebasara, el joven francés se colocó en cabeza de la carrera, para cobrar pronto una ventaja que ya no perdió hasta cruzar la meta en primera posición.

De esta forma, Prost consigue su tercera victoria -segunda consecutiva- de esta temporada. A falta de dos carreras para que termine la temporada, que se disputarán en Canadá y las Vegas, Alain Prost se coloca en tercera posición del Mundial, empatado a puntos con Alan Jones y con esperanza matemática de poder alcanzar el título.

Por detrás de Prots, en una carrera que no tuvo demasiada historia, rodó durante casi toda ella y terminó así el todavía campeón del mundo, el australiano Alan Jones. El campeón del mundo dominó con autoridad a todos, menos al inalcanzable Renault de Prost. En su mejor temporada desde que está en el circo de la fórmula 1, Alan Jones volvió a demostrar su incuestionable calidad, poniendo, de paso, de manif-lesto que, sin las dos absurdas averías de la bomba de gasolina que le costaron la victoria en dos carreras, el australiano podría estar ahora en cabeza del Mundial, a un paso del título.

En la lucha particular que sostienen por éste el brasileño Nelson Piquet y el argentino Carlos Reutemann, una avería inoportuna le dio la ventaja al último de ellos. Piquet rodó durante casi toda la carrera en tercera posición, sin arriesgar demasiado para no cometer errores, pero sin permitir que nadie pudiera alcanzarle. En todo momento, el brasileño demostró no sólo su fogosidad, sino, también, la madurez necesaria para no sobrepasar su límite. El tercer puesto, que ya prácticamente tenía en su poder, suponía para él distanciar a su máximo rival, Reutemann, en un punto. Pero, cuando sólo faltaban unos metros para terminar la carrera, el motor del Brabham de Piquet hizo explosión.Reutemánn, que mantuvo su táctica de extrema prudencía durante la primera parte de la prueba, para atacar después, pero sin poder nunca dar alcance al brasileño, se encontró así con un regalo inesperado. En lugar de perder por un punto, la fortuna le permitirá acudir a las dos últimas carreras con tres de ventaja, lo que puede ser un saldo muy rentable a su favor en este emocionantísimo final de temporada.

Por otra parte, Genito Ortiz ganó, por sólo cuatro segundos de ventaja, el Rally Príncipe de Asturias, puntuable para el campeonato de España. Después de casi mil kilómetros de carrera, presenciados por unos 80.000 espectadores, el Renault 5 Turbo oficial aventajó al Porsche de Beny Fernández en tan exigua diferencia. El estreno del nuevo coche oficial de FASA-Renault no puede ser más optimista.