Todos los grupos, excepto UCD, favorables a la transmisión por RTVE del debate sobre el envenenamiento por aceite

Todos los grupos parlamentarios, a excepción del Centrista, son favorables a la transmisión en directo, por radio y televisión, del debate que comenzará el próximo día 15 en el Pleno del Congreso de los Diputados sobre el envenenamiento por aceite de colza desnaturalizado. La decisión corresponde adoptarla al presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, pero es muy probable que no tome una posición definitiva hasta que el mismo martes por la mañana, tras escuchar de nuevo a los distintos representantes de los grupos. El Gobierno podría proponer ese día una solución intermedia para zanjar el asunto.

Según fuentes parlamentarias de izquierda, la situación de Landelino Lavilla puede ser muy difícil si se mantiene la actual opinión de los grupos a favor de la transmisión en directo, y debe adoptar un criterio contrario al de su propio grupo parlamentario o negativo para toda la oposición. Este trance sólo será evitado mediante una probable propuesta que el Gobierno llevará el martes a la Junta de Portavoces. Tal propuesta se queda a mitad de camino entre la transmisión en directo y la mera información resumida del debate. La fórmula que ayer estudiaba el Gabinete, según fuentes oficiosas, sería la de transmitir en diferido «amplios resúmenes» del debate.El problema se resolverá, en todo caso, si la propuesta gubernamental logra convencer a Manuel Fraga (portavoz de Coalición Democrática) o a alguno de los representantes de las minorías nacionalistas. En la última reunión de la Junta de Portavoces, en el momento de discutir esta cuestión se hallaban ausentes Fraga y otros portavoces, por lo que se delegó en el presidente de la Cámara para que consultara a los restantes. Sin embargo, ante la unanimidad de todos los grupos, excepto el Centrista, en favor de la transmisión en directo, el presidente prefiere replantear el tema ante la totalidad de los portavoces y en presencia del representante gubernamental, antes de adoptar una decisión definitiva.

La izquierda quiere votación

El orden del debate será fijado también definitivamente en la reunión de la Junta de Portavoces de la mañana del día 15. Los socialistas son favorables a un orden lógico, según el cual en primer lugar debería discutirse y votarse la moción de su grupo, encaminada a que el Gobierno presente una comunicación sobre el síndrome tóxico que abra un debate al amparo del artículo 143 del reglamento, es decir, con la posibilidad de propuestas de resolución al hilo del debate y votación final. Sin embargo, si prospera un orden cronológico, deberán debatirse en primer término las mociones, preguntas o interpelaciones de fecha más antigua, algunas de las cuales, presentadas antes del verano, se encuentran desfasadas en su planteamiento respecto al posterior desarrollo del envenenamiento.

Los grupos de la izquierda tienen previsto retirar algunas de sus propuestas más obsoletas, y especialmente las preguntas e interpelaciones que no llevan consigo, en su tramitación, una votación final, sino sólo la respuesta gubernamental. Socialistas y comunistas, aunque renuncian a formular una moción de censura formal -que requiere constitucionalmente la propuesta de un candidato a jefe de Gobierno-, desean medir sus fuerzas con Unión de Centro Democrático (UCD) en una votación, y de ahí que centren su estrategia cara al debate en las proposiciones no de ley presentadas, que son reglamentariam ente susceptibles de una votación, así como de la formulación de enm,iendas que puedan actualizarlas sobre la marcha.

En caso de que en la Junta de Portavoces no se produzcan acuerdo sobre la ordenación clel debate, socialistas y coirunistas podrían plantear una estrategia conjunta, encaminada, según fuentes oficiosas, a evitar que se defrauden las expectativas populares creadas sobre este debate.