Ramón Sánchez- Ocaña,

periodista asturiano y director del programa televisivo Más vale prevenir, abrió ayer las fiestas de San Mateo, las más importantes del año en Oviedo, con un pregón pronunciado desde el balcón principal del Ayuntamiento de la capital del Principado. En el mismo acto, María Eugenia Rodríguez Vijande fue proclamada reina de Asturias, y María Sampedro Pereda, reina de América. Por la tarde comenzaron los festivales artísticos populares, los bailes en La Herradura y diversas competiciones deportivas. Desde ayer hasta el prosximo día 27, Oviedo es una fiesta, con una variada programación preparada por la Sociedad Ovetense de Festejos, en la que no faltarán un impresionante desfile de carrozas el día de América -el 8-, el hípico y la ópera. En la puerta de la catedral se riueden comprar las populares paxarines, preparadas con harina, yema de huevo y azafrán. Curiosamente, el patrono de Oviedo no es san Mateo, sino san Salvador, pero éste fue desplazadozor aquél en el monopolio de las grandes fiestas ovetenses como consecuencia de los privilegios concedidos en el siglo XV por el papa Eugenio IV a los peregrinos que visitaban la catedral en las fechas mateínas. Tales privilegios fueron ampliados posteriormente por el papa Pío IV, que les dio la categoría de Año Santo. La afluencia de forasteros a Oviedo en septiembre, época del jubileo, y particularmente en la fecha de san Mateo, se hizo tan intensa que surgió la necesidad de ofrecerles algún tipo de diversión complementaria. Ese fue el origen de las fiestas actuales, que perdieron su carácter religioso con la supresión del jubileo. Su considerable duración ha provocado el siguiente dicho en bable: "Xente d'Uvieu/ tambor y gaita", al que los ovetenses replicaron extendiéndolo a toda la región asturiana: "Y los de alrededor/ gaita y tambor ".