Cerrado el sumario de Yolanda González sin el procesamiento de Martínez Loza
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, juez Varón Cobos, ha declarado concluso el sumario abierto a raíz del asesinato de Yolanda González, sin estimar procedente el procesamiento de David Martínez Loza, ex jefe nacional de seguridad de Fuerza Nueva, por no darse «las condiciones exigidas por la ley para apreciar, ni por vía indiciaria, la supuesta o presunta culpabilidad que se quiere obtener sobre Martínez Loza».
Según el juez instructor, David Martínez Loza, del que Emilio Hellín afirma en sus declaraciones siimariales que le ordenó interrogar a Yolanda González y le proporcionó armas y explosivos, ha mostrado «una posición unitaria y congruente en sus manifestaciones», es decir, negar en todo momento lo afirmado por Hellín, mientras que éste ha tenido actuaciones «que nada o en escaso grado favorecen su credibilidad». Por otra parte, según el juez instructor, de aceptarse la petición de procesamiento de David Martínez Loza en base a las imputaciones que le hace Emilio Hellín, «resultaría que todo ciudadano estaría expuesto a verse implicado en cualquier proceso por el fácil camino de que otro ciudadano declarase, por los motivos personales que fuesen, la participación del primero en cualquier clase de delito».
La posición del juez instructor que ha motivado la conclusión del sumario con fecha 2 del actual, no es compartida por los abogados de la acusación particular ni coincide con la mantenida últimamente por el ministerio físcal, cuyo representante solicitó, en julio pasado, casi año y medio después de cometidos los hechos, el procesamiento de Martínez Loza por el delito de coacciones.
Casi al mismo tiempo que el juez declaraba concluso el sumario, el abogado José Mariano Behitez de Lugo, que defiende los intereses de los padres de Yolanda González, solicitaba de nuevo el procesamiento de David Martínez Loza, en virtud de las, a su juicio, «serias y graves contradicciones en las declaraciones de los procesados y Martínez Loza».
Según el abogado de la acusación particular, Félix Pérez Ajero y Ricardo Prieto, que están procesados junto a Emilio Hellín e Ignacio Abad como componentes del comando que asesinó a Yolanda González el 1 de febrero de 1980, y que permanecieron en libertad, parece ser que en lugar desconocido hasta el 18 de julio siguiente, en que se presentaron al juez, acudieron con David Martinez Loza, inmediatamente después de ser detenidos Hellín y Abad por los servicios policiales de Asís Pastor, al despacho del abogado Antonio Muñoz Perea, jefe de la asesoría jurídica de Fuerza Nueva. A este respecto, la acusación particular manifiesta en su escrito al juez que «es muy ilustrativo que Martínez Loza manifieste que no estuvo presente en la conversación de los procesados con el letrado Muñoz Perea, cuando, sin embargo, el procesado Pérez Ajero precisa que sí estaba presente, sentado en un sillón ».
En relación con este mismo hecho, la acusación párticular manifesta que «es revelador también que el procesado Pérez Ajero niegue la afirmación de Martínez Loza sobre una supuesta advertencia a éste de que se le estaba implicando en el caso, que hubiera explicado hasta cierto punto su presencia en la reunión del despacho del letrado citado. Una contradicción más la encontramos en que Martínez Loza manifiesta en su declaración que conoció a Prieto en el despacho del señor Muñoz Perea, y, sin embargo, en la decla ración del procesado Prieto se manifiesta que estuvo solo».
Declaraciones significativas
Por otra parte, según la acusación particular, es muy significativo que el procesado Pérez Ajero, como tiene declarado, se dirigiera, una vez que tuvo conocimiento de la detención de Hellín y Abad, a David Martínez Loza en demanda de instrucciones, y es también muy significativo que éste le contestara que no se preocupara, pues había hablado con Hellín y no tenían nada que ver, cuando Martínez Loza siempre había negado cualquier conversación con Hellin después de la muerte de Yolanda González. Estas contradicciones, según la acusación particular, apuntan a la existencia de indicios de criminalidad en la conducta de Martínez Loza, pues «creemos que dista mucho de ser casual el que, conocida la detención de Hellín y Abad por uno de los procesados, se estableciera contacto inmediato con él».
La investigación sumarial sobre el asesinato de Yolanda González fue concluída una primera vez el 29 de octubre de 1980, pero fue abierta de núevo por orden de la Audiencia Nacional, al estimar la pretensión de la acusación particular de que debían practicarse toda una serie de pruebas indispensables para esclarecer los hechos.
Todavía en una segunda ocasión, la acusación particular debió recurrir a la Audiencia Nacional para que ordenase la práctica de otras diligencias, a las que se oponía el juez instructor.
La tardanza en la práctica de determinadas pruebas hicieron que en algún caso aquella resultara inviable, como ocurrió con el dictamen pericial sobre el ordenador marca Pet 2001, serie Comodore, por el que Hellín emitió el télex que reivindicaba el asesinato de Yolanda en nombre del Batallón Vasco Español, que no pudo efectuarse porque el ordenador había desaparecido.
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