El Atlético, de pena ante el Puebla
El Puebla jugó más y menos mal que su rival, el Atlético, y, ganó merecidamente. Esos dos abuelos del fútbol español que son Pirri y Asensi se bastaron para que su equipo tuviera el mayor número de minutos posibles el balón en los pies y no dejar que los rojiblancos hicieran nada si es que tenían alguna idea para poder hacer algo. Los mexicanos hicieron un fútbol que no pasó de mediocre, a base de pases cortos y sin ninguna peligrosidad, pero lograron, mediante la falta ya explicada, que el marcador les favoreciera.Frío ambiente en este primer partido en el que el público terminó -termómetro aparte- casi congelado por el mal juego que durante los noventa minutos brindaron ambos equipos. Pirri, Asensi y el Atlético de Madrid no fueron suficientemente atractivos para que Marbella vibrara con el torneo. Parece que el doctor Cabeza tiene bastante más garra que todos ellos juntos, pues 48 horas antes si que puso boca abajo al mundo nocturno de esta ciudad, en la que hay demasiados atractivos para llenar un campo de fútbol a las 10.30 de la noche, pese a que tan sólo tiene cabida para unos 8.000 espectadores.
Es obligado decir que la presencia de Dirceu en el once inicial causó cierta sorpresa y hace pensar, comentarios oficialistas al margen, que en la polémica entre el brasileño y García Traid la directiva del club rojiblanco decidió, por los hechos, dar la razón al jugador. Nadie pensaba que Dirceu estuviese en la alineación del Atlético en momentos tan delicados, pero así fue, aunque en el descanso fue retirado. No obstante, hay que insistir en que ni con Dirceu el conjunto de Martínez Jayo o de Alfonso Cabeza, que va la cosa no está muy clara, supo hacer fútbol en ningún momento. Cualquier parecido con el equipo de la temporada pasada, que llegó a tener hasta siete puntos de ventaja en la Liga, es pura coincidencia. Ayer, viéndolo jugar, daba auténtica pena. Quizá la defensa fuese su línea más segura, pero el desequilibrio en el centro del campo fue tan evidente como lamentable.
En cuanto al ataque hay que decir que Marcos quedó completamente anulado por Rico, y cuando Rubio salió nada se le podía exigir. Habría que preguntar al equipo técnico rojiblanco si después de los esfuerzos que se han hecho para que nadie fuera traspasado vana dejar en nada un ataque formado por Marcos. Rubén Cano y Rubio, tres delanteros suficientemente cotizados cuya calidad y, poder ofensivo están suficientemente contrastados.
El Puebla no hizo nada del otro mundo y apoyó su juego, como y está dicho, en los veteranos españoles, pero se hace muy cuesta arriba explicarse cómo este equipo pudo llegar a ganar a la selección española, altura y ambiente al margen.
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