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El tenis español, entre la transición y el desconcierto

El tenis español se encuentra en una triste etapa de transición. Si el renovado equipo de Copa Davis no gana en Avilés, los próximos días 18, 19 y 20 de septiembre, a Hungría el ascenso a la primera división del torneo, los éxitos que Orantes e Higueras aún vuelven a cosechar, después de un prolongado ocaso, en los actuales torneos de Estados Unidos sólo servirán para sembrar más desconcierto y discordias, cuando ya es tarde para que ambos defiendan el equipo nacional. Apartados del mismo, parte por su veteranía y parte porque no les interesaba -aunque se hayan quejado-, sólo les queda ganarse el pan, más o menos brillantemente, a título exclusivamente individual.Orantes llegó, la semana pasada, a semifinales del torneo de South Orange (Nueva Jersey), pero mejor actuación tuvo José Higueras, pese a ser eliminado en cuartos de final del de North Conway (New Hampshire), porque éste reunió un mayor nivel de jugadores. Orantes, por ejemplo, cayó ante el israelí Glickstein, ganador del torneo después y vencedor, por cierto, del búlgaro Taroezy en Tel Aviv, el 10 de julio, por 7-9, 6-1, 6-3 y 61, pese a lo que no pudo evitar la clasificación de Hungría para enfrentarse a España en Copa Davis. Es un jugador en alza, pero ni siquiera está entre los veinte primeros de la última lista del 29 de julio de la Asociación de Tenis Profesional (ATP), la clasificación más perfecta, pues se establece por ordenador, según los datos de las actuaciones de los jugadores en todos los torneos. Borg, con 1.019 puntos, en doce disputados, manda ante McEnroe, que tiene 1.321 en dieciséis -luego peor coeficiente- y Connors, 1.308 en dieciséis.

Este, que encabeza el Grand Prix, con fecha del 3 de agosto, después de 49 torneos puntuables, con 1.212 puntos en nueve jugados, ante Lendl -cuarto en la ATP, con 1.558 y veinticinco-, con 1.203 en once, fue derrotado por Higueras en North Conway. lo que supuso una de las grandes sorpresas de la temporada. El español cayó después ante otro norteamericano, Eliott Teltscher, de bastante más entidad que Glickstein, pues figura en duodécimo lugar de la ATP, con 687 puntos en veinte torneos. Incluso Balasz Taroczy es decimoséptimo, con 544 y el mismo número jugado. Teitscher perdió en semifinales con Guillermo Vilas, derrotado, a su vez, por José Luis Clerc, que le ha desbancado ya claramente de la primacía del tenis argentino y se afianza cada vez más entre la elite internacional. Venció en semifinales a Lendl, y sumó así su tercer triunfo en Estados Unidos, tras haber ganado en Boston y Washington.

El futuro no es suyo

Clerc defiende esta semana el título obtenido el pasado año en el campeonato norteamericano en tierra batida, que se disputa en Indianápolis. Según noticias de agencias, en este torneo volvieron a vencer Orantes e Higueras, que se impusieron en la primera ronda, respectivamente, al checo Birner, por 6-4 y 6-2, y al también español López Maeso, por un contundente 6-1, 6-1. Este resultado, cuando López Maeso, jugó uno de los individuales y el doble ante Mónaco, y fue también titular frente a Argelia, en las dos eliminatorias ganadas fácilmente por el equipo español de Copa Davis esta temporada, demuestra que aún puede existir superioridad de los viejos sobre la nueva ola de Santana. Pero éste tiene razón en insistir en la renovación, aparte de la recomendación federativa, pues cara al futuro ni Higueras ni Orantes, que ya se repartieron bastante dinero y ofrecieron más problemas que victorias, tienen demasiado que decir. La resurrección del tenis español no debe venir por ellos, que ya han perdido casi todos los trenes.Conviene recordar que Orantes jugó 56 encuentros de Copa Davis de los que ganó 38 y perdió dieciocho, cantidad excesivamente elevada para su categoría individual, que le llevó a obtener tantos éxitos. El historial de Higueras, es aún peor, pues sólo venció en el 50% de lo jugado, quince partidos de treinta. Y huelga decir que entre ambos impusieron sus leyes tanto económicas como de intereses personales cara a otros torneos -recuérdese la espantá de Eastbourne, por ejemplo, tras perder con Inglaterra. El dinero también existe ahora, como es lógico, pero repartido entre todos 100.000 pesetas fijas por jugar contra Argelia, más 50.000 por partido jugado y el doble contra Mónaco. Ante Hungría subirá la ayuda, como la que reciben actualmente Giménez y López Maeso por prepararse en Estados Unidos -600.000 pesetas- y Luna 500.00, al haberse quedado en Europa, donde acaba de ganar el torneo austriaco de Zell am See-. Pero un triunfo sobre Taroczy, que sería la clave del encuentro, bien merece la pena, pues serviría para no mirar más atrás.

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