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El atletismo español, duodécimo de Europa

El atletismo español es, oficiosamente, el duodécimo del continente. De su quinto puesto en la final B de la Copa de Europa, disputada en Atenas este fin de semana, así se desprende. Si las lesiones no se hubieran cebado con el equipo nacional, y algunos hombres de categoría olímpica se hubieran portado como tales, se habrían ganados dos puestos. Pero esta es la cota del atletismo español mientras el nivel general de lanzamientos no mejore; en éstos Finlandia aventajó a España en diecinueve puntos y Checoslovaquia en quince. Demasiada ventaja.

La final B la ganó Francia y, por tanto, estará presente en la A la próxima semana en Zagreb. El atletismo galo fue el que presentó una mayor homogeneidad -logró cinco victorias, las mismas que Finlandia y Checoslovaquia, y ningún último puesto-, unto con el húngaro - siete segundos puestos- Fueron las mejores naciones en Atenas, con 85 y 78,5 puntos, respectivamen te; siguieron Checoslovaquia con 73,5; Finlandia, con 70; España,-con 62, y Grecia, con 48.En la segunda jornada de la final B, España sumó dos victorias, que se añadieron a la de la víspera ,de Alonso en 400 vallas. Roger Oriol fue uno de los ganadores sorpresa, pues incluso superó al francés Bellot -seleccionado para esta competición después de su triunfo en el campeonato nacional ante Houvion y Vigneron-; Oriol superó los 4,90, 5,00 y 5,20 al primer intento y los 5, 10 y 5,30 al tercero, sin llegar a realizar más intentos al lesionarse; en concurso sólo quedaba Bellot, que renunció al 5,30, y luego no pudo superar el 5,40; algo incomprensible en un hombre de su experiencia que no se asegurase los saltos válidos ante el vendaval que presidió todas las pruebas del estadio Karaiskakis. El otro vencedor español fue Domingo Ramón, que realizó una carrera perfecta, siempre en cabeza con el francés Mahmoud, y capaz de responder al ataque final del fin landés EkbIon; el último salto de la ría y los últimos cincuenta metros resultaron impecables po parte del español, que parece re cuperar su antigua forma.

Interesante también resultó el concurso realizado por Ramón Cid en triple salto. Pasó en cinco intentos de los dieciséis metro -en el sexto hizo nulo-, para lo grar el mejor tiempo en el cuarto con 16,66 metros, a tres centímetros de su récord nacional, pero realizados con un viento a favor de más cuatro, que le valieron el segundo puesto. Tercero fue el relevo 4X400 -Benjamín González, Azulay, Ruiz y Trabado-, pero tuvo una actuación destacada, propiciada en gran parte por la espectacular vuelta de Trabado, pletórico de fuerza.

Antonio Páez era, como casi siempre en todas las carreras donde interviene, uno de los favoritos a ganar el 800. Su pretensión era tirar en el último 300, pero no se atrevió ante el fortísimo aire en contra, y cuando los cambios de ritmo se sucedieron poco después, Páez quedó clavado y ni siquiera cuando intentó la reacción pudo evitar una de sus peores carreras.

Fernando Cerrada, otro de los que están obligados a contar para el triunfo, también decepcionó. La carrera de 5.000 fue lentísima, protestada por el público en cada vuelta, porque el ritmo era como para marcar dieciocho minutos. Y es que nadie quería tirar por el aire. Cerrada lo intentó al paso por el primer kilómetro, pero sólo por un afán de que se produjeran los relevos en cabeza. Durante 4.200 metros, los corredores se pasearon y todo se decidió en las dos últimas vueltas, en las que Cerrada se mantuvo en muy buena posición hasta que llegó el sprint final, donde no tuvo fuerza. Pero es que, realmente, fue una carrera para velocistas; un hombre de 800 hubiera ganado la prueba, porque el esfuerzo que se hizo antes de que faltara tal distancia fue de calentamiento.

Los restantes españoles de la segundajornada actuaron dentro de sus limitadas posibilidades, evitando el último puesto Lloveras, en 110 vallas, y Martínez, en 200. No fue éste e1 caso de Garrachón, en disco, y Jimeno, en martillo; el primero logró su mejor marca en el primer lanzamiento, sin lograr mejorarla en los tres siguientes válidos, todos por encima de los 51 metros; el segundo, de sus tres intentos válidos, fue el mejor el quinto.

La final femenina

En la localidad italiana de Pescara se disputó el domingo la final B de la Copa de Europa en su categoría femenina. Ganó Polonia con 64,5 puntos, seguida de Checoslovaquia con 60, Italia con 57, Rumania con 55, Holanda con 46 y Finlandia con 32.

Otras competicíones

La primera edición de la Westathletic, en su categoría júnior se celebró durante el fin de semana en Santander. Italia ganó en hombres, y Francia en mujeres. España fue tercera y quinta, respectivamente.Mientras, en la maratón de Río de Janeiro venció Bill Rodgers, con 2.13 y cuatro minutos de ventaja sobre el segundo, el portugués Moreira. La primera mujer fue la neozelandesa Moller, con 2.36.20.

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