España, en quinta posición de la final B de la Copa de Europa

ENVIADO ESPECIAL España es quinta de la final B de la Copa de Europa de Atletismo, tras la primera jornada, celebrada ayer en Atenas. Nueve puntos separan al equipo nacional del segundo puesto, que hubieran podido ser menos si el infortunio no hubiera hecho de nuevo aparición. Francia es primera indiscutible. Corgos se lesionó y de teórico ganador pasó a penúltimo. Fueron Alonso y Prieto los grandes protagonistas de ayer; el fondista llegó a poner al público en pie en su emocionante sprint con el doble campeón europeo Vainio.

José Alonso, en 400 vallas, fue el primer vencedor de esta final B; su registro fue discreto, como todos los que posteriormente se consiguieron, pero realizó una carrera espléndida, ganada en el último metro por tres centésimas de diferencia. Tampoco puede ignorarse la actuación de Prieto, que aunque no ganó, fue el que se llevó la mayor ovación; en los 10.000 metros fueron él y el finlandés Vainio quienes llevaron el peso de la prueba, los dos ya en solitario a partir del kilómetro cinco; fue en los últimos doscientos metros cuando se decidió la carrera. Vainio, 1,94 metros de estatura, inició un poderoso sprint, sin dar crédito a sus ojos cuando vio que Prieto, 1,58 metros de estatura, no se despegaba; es más, estuvo a punto de superarle el español cuando faltaban cincuenta metros. Dos décimas de segundo separaron a estos atletas, cuya diferencia en estatura es de más de treinta centímetros.

Flojas actuaciones españolas

Las restantes actuaciones españolas fueron discretas, si acaso algo flojas las de Benjamín González, con una primera media carrera muy rápida, y Abascal, al que le faltó fuerza en la última vuelta. Carbonell, el relevo 4 x 100 -Isasa, Carbonell, Martínez e Ibáñez- y Perarnáu estuvieron dentro de lo esperado, aunque a éste le separó de su segundo puesto únicamente el mayor número de nulos, pese a que el 2,10 y el 2,15 metros los salvaron al primer intento; luego, los 2,21 les vinieron altos.Corgos fue la decepción, pero plenamente justificada, porque se lesionó al tercer intento sólo le fueron válidos los 7,51 metros del primer salto, al que siguió un nulo y luego la lesión de abductores. Y los lanzadores, como siempre, fueron últimos, pero con unas marcas vergonzosas con respecto a los primeros. Ellos no tienen la culpa, lanzan todo lo que pueden, y los responsables son, los que no aciertan con una programación capaz de elevar su nivel.

Pese a esta desafortunada primera jornada, España aún opta a un cuarto puesto a costa de Finlandia, país que no admite medianías; ayer ganó cuatro pruebas, para ser luego penúltimo en tres, y última en otras tantas. La clasificación está así tras la primerajornada: Francia, 45 puntos; Hungría, 39; Checoslovaquia, 36; Finlandia, 33; España, 30, y Grecia, 27.