Polémica sobre las multinacionales en la OIT

Después de haber crecido espectacularmente en el decenio de los años sesenta, y de haberse adaptado y diversificado en medio de los altibajos de los años setenta, las empresas multinacionales (EMN) inician la década de los años ochenta en medio de una abierta polémica: por un lado, son aclamadas como precursoras de una nueva división internacional del trabajo, y por otro, criticadas por abusar de su poderío económico con fuertes implicaciones políticas.Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el contexto de la recesión posterior a la crisis petrolera la parte de las EMN en la actividad económica total ha continuado aumentando.

El estudio de la OIT indica que las EMN representan la fuente de subsistencia para cuarenta millones de trabajadores y sus familias en los países industrializados de economía de mercado. Encuestas efectuadas hace pocos años mostraban que, en esos países, tres de cada nueve empleados de la industria manufacturera (unos treinta millones de personas) trabajaban para las empresas multinacionales. Diez millones de personas estaban empleadas en actividades de servicios y comerciales de índole multinacional, tales como la banca, los seguros, la hostelería, las cadenas de venta por menor y la publicidad.

Una de las razones es que «en el campo de la manufactura, las multinacionales parecen concentrarse sobre todo en industrias en crecimiento, menos afectadas que otras por la lentitud de la economía y por el cambio estructural». También predominan en ciertas actividades de alto nivel tecnológico y fuerte concentración de capitales, como lo son la industria química y farmacéutica, el refino de petróleo y la producción de maquinaria y el equipamiento de medios de transporte.

Las industrias de alimentos, bebidas y tabaco también representan un sector importante de la actividad de las multinacionales, particularmente las que están basadas en Estados Unidos y en el Reino Unido.

Empleo generado

Las estimaciones de mediados de los años setenta muestran que en algunos países el empleo en las multinacionales de origen local es mayor que en las EMN de propiedad extranjera.Así, en Estados Unidos las multinacionales estadounidenses empleaban casi siete millones de trabajadores, mientras que alrededor de 650.000 trabajaban en las empresas de propiedad extranjera.

La misma proporción, en una muestra representativa de las empresas más grandes de la República Federal de Alemania, era de millón y medio a 470.000; en el Reino Unido dos millones y medio a 930.000, y en Suecia, 320.000 a 100.000.

El estudio de la OIT indica que las multinacionales más grandes estadounidenses, británicas y de Alemania Occidental emplean más gente en los propios países de origen que en las subsidiarias de otros países: 6.700.000 contra 3.300.000, 2.500.000 contra 1.000.000 y 1.500.000 contra 500.000, respectivamente. La situación opuesta, sin embargo, se da en las multinacionales de los Países Bajos, que emplean 1.000.000 de personas en el extranjero, y 362.000 en Holanda las suizas.