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La "guerra de la gasolina" está en su apogeo en Líbano

La guerra de la gasolina ha sustituido en Líbano a la guerra palestino-iraelí. El doble bombardeo por la aviación Judía de la refinería libanesa de Zahani ha originado una escasez tal de combustible que los camiones cisterna están siendo automáticamente secuestrados por bandas armadas, mientras que las riñas ante las estaciones de gasolina por unas gotas de combustible han causado la muerte de varias personas durante el último fin de semana.La Prensa de Beirut, que reconoce su incapacidad para evaluar el número de muertos, relata numerosos casos de peleas característicos, de la situación de penuria energética que atraviesa el país.

En la localidad libanesa de Barbir, por ejemplo, un conductor, harto de hacer cola durante varias horas ante una gasolinera para conseguir unos pocos litros de carburante, optó por adelantar con su coche a los automovilistas que le precedían. Uno de ellos, armado, como casi todos los civiles en Líbano, le disparó cuatro balas, hiriéndole muy gravemente.

En Alcha-Bakkar, dos conductores se disputaron a balazos, después de varias horas de espera, las últimas gotas de combustible de una gasolinera: el primero resultó herido' y el segundo falleció de un tiro en la cabeza.

Numerosas gasolineras han cerrado por falta de combustible o porque sus dueños han vaciado sus reservas para vender su contenido en el mercado negro, donde su precio triplica la tarifa oficial.

La gasolina adquirida en este circuito paralelo suele ser de mala calidad, y el ruido de los tubos de escape se confunde ahora, en muchas ocasiones, con el de los disparos perceptibles en Beirut.

Todos los camiones-cisterna enviados a las zonas donde se registra una penuria energética están siendo sistemáticamente secuestrados por bandas armadas de diversas afiliaciones políticas, que, si no utilizan el combustible para sus propios desplazamientos, lo negocian a buen precio en el mercado negro. Cercado, tres millones de litros de combustible han sido robados este último fin de semana.

Ni una sola gota del combustible enviado por orden del Ministerio de Industria y Petróleo a la compañía nacional de electricidad, Electricité du Liban (EDL), ha llegado a su destino.

A falta de combustible, la compañía instaura a partir de hoy, martes, un estricto plan de racionamiento de la corriente eléctrica. Interrogado por la Prensa sobre la desaparición del gasóleo y fuel adquirido por el ministro de Industria y Petróleo, Mohammed Yussef Beydun, se limitó a contestar que, en principio, debería haber sido entregado.

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