Los vascos detenidos en México serán expulsados por trabajar ilegalmente
La Secretaría de Gobernación ha negado que en la actualidad haya ningún ciudadano español detenido en México por razones políticas. Según un portavoz oficial, los tres vascos (dos hombres y una mujer) que permanecen aún en las dependencias del Servicio de Inmigración fueron arrestados por trabajar ilegalmente, tras haber entrado en el país como turistas.
A mediodía de ayer este corresponsal pudo establecer contacto telefónico con Esperanza Iñarra, que junto con Pedro Garcés y Juan Antonio Adrián se encuentran en la estación migratoria, a unos 35 kilómetros de la capital federal.En una brevísima conversación, Esperanza Iñarra manifestó que esa misma mañana había podido hablar por teléfono con su familia de Mondragón (Guipúzcoa) y que el incidente estaba ya totalmente aclarado. Añadió que los tres estaban a la espera de ser enviados a Nicaragua, país que ellos mismos habían elegido.
A través de fuentes consulares españolas y funcionarios de la Secretaría de Gobernación se ha podido reconstruir la peripecia de estos jóvenes vascos que, al parecer, entraron en México a comienzos de año como turistas, condición migratoria que prohíbe expresamente la realización de cualquier trabajo remunerado. El permiso de estancia en calidad de turista es de tres meses prorrogables por otros tres.
Funcionarios del Servicio de Inmigración detienen el día 6 de julio, en Oaxaca, un Estado del sur de México, a cuatro vascos que trabajan a las órdenes del ingeniero Donai, un mexicano de origen vasco, que les habría prometido pasajes de regreso a España en el caso de que se presentase algún problema migratorio.
Los cuatro detenidos son los ya mencionados y Carmen Iturbe, también natural de Mondragón. Inicialmente se habla de otra persona más, Bernardo Lozano, pero la Secretaría de Gobernación niega que este último haya permanecido detenido en sus dependencias.
Viaje de ida y vuelta a Nicaragua
Los cuatro turistas son enviados dos días después a México, para prestar declaración, siempre en los servicios migratorios, según la versión oficial mexicana. El día 11 de julio son deportados a Nicaragua, en un vuelo regular de la compañía nicaragüense Lanica. Aunque la Secretaría de Gobernación insiste en todo momento en que los detenidos son cuatro (dos hombres y dos mujeres), lo cierto es que Bernardo Lozano viaja también en este mismo avión y junto con Carmen Iturbe consigue el permiso de entrada en Nicaragua.Los otros tres (Esperanza Iñarra, Pedro Garcés y Juan Antonio Adrián) son devueltos en el mismo avión a México, por carecer de medios económicos que les permitan su subsistencia. Estos pasajes aéreos corren a cargo de la Secretaría mexicana de Gobernación.
Hasta ayer, Carmen Iturbe no se había puesto aún en comunicación con su familia, pese a encontrarse en libertad en Managua desde el día 11, y este hecho es el que hace temer a sus familiares que le haya podido ocurrir algo y les lleva a denunciar el caso. Desde la Secretaría de Marcelino Oreja, delegado del Gobierno en el País Vasco, se ponen en contacto con la Embajada española en México para que trate de averiguar el paradero de los detenidos. Este hecho se produce el viernes 17 de julio por la tarde, cuando el presidente Calvo Sotelo se encuentra todavía en México en visita oficial.
El vicecónsul general de España en México, Miguel Albiñana, se pone en contacto con la Secretaría de Gobernación para realizar los trámites de ayuda habituales en estos casos. El funcionario López Mascorro, encargado del expediente, le comunica que ninguno de los tres que todavía permanecen detenidos quiere entrar en la Embajada española, y que tampoco desean ser repatriados a España.
El vicecónsul español es informado de que su salida del país hacia Nicaragua está pendiente sólo de que su familia o un amigo residente en México les doten de fondos para viajar a este país centroamericano, en el que también les ponen como condición de ingreso que tengan un pasaje de salida.
El funcionario López Mascorro confirmó esta versión a EL PAIS, y añadió que la Secretaría de Gobernación dispone de fondos muy escasos para estas situaciones.
Aunque su detención arranca probablemente de las medidas de control adoptadas por el Gobierno mexicano sobre los vascos residentes en México en vísperas del viaje de Calvo Sotelo, la Secretaría de Gobernación ha negado siempre que en este caso haya habido razones políticas, igual que no las hubo en el caso de otros españoles que este mismo mes han sido también expulsados del país por encontrarse en situación irregular.
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