_
_
_
_

La descentralización, primer gran tema a debate en la nueva Asamblea francesa

La nueva Asamblea Nacional francesa, constituida ayer oficialmente, iniciará la semana próxima la discusión sobre la descentralización, una de las grandes reformas que el presidente François Mitterrand valora como específicas de su septenio. El diputado socialista Louis Mermaz fue elegido presidente de la Asamblea, puesto que ocupaba el gaullista Jacques Chaban Delmas.

Con la iniciación de los trabajos parlamentarios, el nuevo poder socialista entra plenamente en funciones: un presidente, un primer ministro y una mayoría absoluta en el hemiciclo, todos ellos pertenecientes al Partido Socialista (PS), serán los responsables políticos únicos del futuro del país.Una vez más, en el plazo de dos meses, Francia vivió un día histórico. Todo o casi todo era nuevo al inicio de esta legislatura de cinco años de duración.

Por primera vez en la historia de la V República, una mayoría de izquierdas manda en la Asamblea. Por primera vez también desde que Charles de Gaulle fundó las instituciones, el partido comunista ha colado ministros en el Gobierno. Por primera vez a lo largo de toda su historia, el PS dispone de la mayoría absoluta en el hemiciclo ".

Y nunca se habían contado tantos diputados novatos: 205. Y nunca un emigrante español se había sentado en un escaño de la Asamblea francesa: Manuel Escutia, hijo de emigrantes, valenciano, nacionalizado francés hace unos diez años, socialista, diputado por París. Todo esto es lo histórico.

Por lo demás, el día de ayer en la Asamblea fue algo así como la primera clase del curso, tristísima para los giscardianos y chiraquistas, que, desde hace un cuarto de siglo, sólo habían sido educados para mandar y que, de repente, se han encontrado arrinconados. Por el contrario, para los principiantes socialistas la jornada fue como un caramelo. Y eso desde el principio, es decir, desde que el decano de la Asamblea, Marcel Dássault, el hombre de los aviones Mirage, de 89 años de edad, pronunció el discurso de apertura.

Dassault, diputado gaullista, sólo asistió. a la inauguración de la legislatura. Después se dedicará a su tecnología aeronáutica, la que ahora le va a nacionalizar Mitterrand. Pero ni eso es capaz de trastomar su humor casi acre. Como de costumbre, cada vez que ejerce de oficiante el día de la inauguración, ayer regocijó a la concurrencia con una de sus ironías. Como él tema de moda es el paro obrero, explicó a sus colegas los métodos para resolver el problema: una exposición mundial que traería a París cuatro millones de extranjeros, que beberían mucho, comerían otro tanto, comprarían todas las cosas, etcétera. Y ya está. Risas y carcajadas.

Un hombre de la vieja guardia

Tras el número de Dassault, empezó la faena. Elegir presidente a Louis Mermaz, cincuenta años, hombre de la vieja guardia mitterrandista, discreto, profesor, como el 56% de los 296 diputados del grupo socialista. Y, sin problemas mayores, estructurar los diversos grupos que harán funcionar una Asamblea que a lo largo de la V República toda la izquierda ha criticado porque sus poderes fueron vapuleados por el Ejecutivo. El nuevo Gobierno socialista tendrá que demostrar que el legislativo puede desempeñar un papel y que la nueva mayoría del PS no es el factótum del Gobierno, como ha ocurrido en tiempos del gaullismo y del giscardismo.Toda la novedad histórica de esta nueva página del mitterrandismo lo fue, sobre todo, para la gran mayoría de los diputados socialistas, que no acertaban ni a encontrar las puertas. Les hará falta algún tiempo para acostumbrarse a las delicias que desde siempre, puede decirse, han sido un sueño para ellos: 360.000 pesetas de sueldo mensual, tren y avión gratis cuando viajan a su departamento, coche con chófer en París, despacho con cama incluida, peluquería, bares, restaurantes (ochenta pesetas el whisky), gimnasio, sauna" laboratorio de lenguas, todo, absolutamente todo, si se exceptúan el cine y un supermercado. También una bibliotoica que se precia de ser una de las mejores de Europa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_