5,80 metros, nueva cota en pértiga

De una forma inesperada, aunque podía producirse en cualquier momento, el francés Thierry Vigneron, uno de los tres mosqueteros galos del salto con pértiga, logró en Maçon, con una marca de 5,80 metros, recuperar el sábado el récord mundial de la prueba, que ya tuvo el año pasado, con 5,75, conseguidos el 1 de junio. Después, el 17 de julio, se lo arrebató su compatriota Philippe Houvion, con 5,77, y posteriormente, en los Juegos Olímpicos de Moscú, el polaco Wladislaw Kozakiewicz -que lo, poseía aún- saltó 5,78, el 30 del mismo mes.Vigneron, al igual que sus compatriotas Houvion y Jean-Michel Bellot -éste sin llegar nunca al récord- constituyen desde hace más de un año, junto al polaco Kozakiewicz y al soviético Constantin Volkov, la nueva elite de la pértiga mundial. Todos han desbordado claramente ya a los norteamer'canos, acaparadores casi perennes del récord mundial y de los títulos olímpicos -Olson, campeón ahora en Sacramento, sólo ha saltado 5,55 metros- Especialmente Vigneron era el que más se había distinguido en los últimos tiempos, al ser el hombre que con más regulandad pasaba de los 5,70 metros en los distintos concursos. Sin embargo, ni siquiera el entrenador de los pertiguistas galos, Jean Claude Perrin, contaba con un éxito suyo el sábado, pues había terminado muy cansado, el jueves anterior, los exámenes de profesor de educación física. Incluso se temía que Volkov, que acababa de mejorar en su pueblo natal de Irkoutsk, en Siberia, el récord nacional que poseía con 5,69, dejándolo en 5,71, cuarta mejor marca, de todos los tiempos, aprovechara la ocasión para ganar «a domicilio». Pero «se quedó» en 5,65, tras Bellot, que logró 5,70, igualando su mejor marca y ante Houvion, más flojo, 5,50, como el otro soviético que promete, Poliakov.

Vigneron, además, hizo un concurso complicado, al no pasar las alturas sobre 5,30, 5,50, 5,65 y 5,75 -su mejor renstro anterior- más que al segundo intento, antes de franquear los 5,80, nuevo récord mundial. Evidentemente, esta cota sólo parece provisional. Todos los pronósticos apuntan a que el 5,85 -¿por quién?- será superado, incluso este mismo año.

Los mejores marcas mundiales, pues, quedan así: Vigneron, 5,80 metros. Kozakiewicz, 5,78. Houvion, 5,77. Volkov, 5,71. Roberts (Estados Unidos, 1976), Bellot (1980 y 1981) y Ferreira (Francia, 1980), 5,70. Tully (1978) y Jessee (1980, Estados Unidos), 5,69. Bell (1976) y Olson (1980, Estados Unidos), 5,67. Kalliomaeki (Finlandia, 1980), 5,66. Abada (Francia, 1979) y Slusarski (Polonia, 1980), 5,65. Seagren (Estados Unidos, 1972), 5,63. Este arrebató el récord mundial al sueco Issakson, que con el griego Papanicolau y, sobre todo, Nordwig (RDA) había superado a los norteamericanos entre los 5,45 y 5,55 metros. Después de Seagren vinieron: Roberts (1975), 5,65. Bell (1976), 5,67, y Roberts (1976), 5,70; antes de Kozakiewicz, 5,72; Vigneron, 5,75; Houvion, 5.77, y Kozakiewicz, todos en 1980, y ahora de nuevo Vigneron.