El Vaticano desmiente un empeoramiento de la salud del Papa

Un portavoz de los médicos de la clínica Gemelli, de Roma, declaró ayer que el Papa podría ser operado por segunda vez el próximo mes de julio. Tanto este médico como el portavoz del Vaticano, padre Romeo Panciroli, desmintieron afirmaciories publicadas en la Prensa italiana sobre la aparición de inquietantes síntomas en el proceso de convalecencia de Juan Pablo II.

Varios periódicos informaron ayer sobre la existencia de cierta preocupación por la salud del Papa. Según estos medios, Juan Pablo II sufría falta de apetito, padecía vómitos y trastornos digestivos y tenía tendencia a adelgazar en exceso.

El diario La Stampa recordó ayer que el primer ministro japonés, Zenko Suzuki, y el primer ministro neozelandés, Muldoon, visitaron días pasados el Vaticano para ver al Pontífice y sólo fueron recibidos por el secretario de Estado vaticano, Agostino Casaroli.

El citado periódico afirma que, según un monseñor del Vaticano, los trastornos digestivos que padecía Juan Pablo II obligaban a suministrarle una alimentación fraccionada, escasa en cantidad, pero muy rica en contenidos energéticos, «parecida a la de los astronautas».

Tanto los médicos de la clínica Gemelli como el portavoz oficial del Vaticano desmintieron ayer estas informaciones, e incluso dijeron que el Papa había ganado peso en los últimos días. Los médicos manifestaron que no había sido fijada fecha para la segunda operación del Papa, en la que se le eliminará el ano artificial que fue necesario habilitarle, tras el atentado sufrido el día 13 de mayo. Sin embargo, dijeron que ésta podría efectuarse el próximo mes de julio.

Las especulaciones vertidas por la Prensa, ayer, señalaban que la nueva intervención puede haber sido fijada para junio, pero que las citadas complicaciones habían aconsejado a los médicos aplazarla para el próximo mes.