Pobre consuelo
El Madrid, una sociedad acostumbrada a ganar tantos títulos que se ha llegado a decir que los acapara, tuvo el domingo un pobre consuelo en una temporada increíblemente vacía de triunfos. Su sección de voleibol ganó la Copa, tras batir al Son Amar.Detrás quedan los fracasos del fútbol, dignos en la Liga, en la que se creyó campeón a medio minuto del final de la misma, y en la Copa de Europa, de la que fue finalista; y menos digno en la Copa. El recuento de sonoros fracasos madridistas se completa con el aún más insólito del baloncesto, en el que tampoco pudo conseguir título, y con la pérdida de la Liga en voleibol, que también solía tener como coto privado. Y como posibilidad para incrementar este pobre consuelo de la Copa de voleibol, el Madrid ha metido su equipo juvenil en la final de Copa. Demasiado poco para su historia.
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