_
_
_
_

Centristas e izquierdistas renuevan su lucha por el control del Partido Laborista británico

Andrés Ortega

La lucha por el control del Partido Laborista británico está abierta. Su líder adjunto, Denis Healey, está renovando sus ataques contra la izquierda, que encabeza Anthony Benn, e intentando conseguir un máximo apoyo entre los sindicatos. Benn, por su parte, está reforzando sus medios de presión entre estos mismos sindicatos y otros grupos extraparlamentarios, llamados a desempeñar un importante papel para derrotar al Gobierno conservador y llevar a cabo una política de izquierdas.James Callaghan, predecesor de Michael Foot a la cabeza del partido laborista, ha criticado frontalmente a Benn, señalando que hay que oponerse a los cambios en el sistema de elección de líder y su adjunto, acordados por el congreso extraordinario de Wembley. Denis Healey, a quien Benn intentará arrebatar en octubre el viceliderazgo del partido, cuenta con unos seguidores moderados que la próxima semana harán circular una carta apoyándole, firmada por unos sesenta destacados líderes sindicales, diputados y activistas. El grupo de apoyo a Healey dice contar ya con dos de los seis millones de votos sindicales para su reelección, mientras que Benn sólo tiene asegurados unos 450.000 votos.

Sin embargo, el apoyo sindical a Benn se está haciendo más patente. El comité coordinador del laborismo, que incluye tres diputados de la izquierda del partido y un miembro de la campaña de «Benn para vicelíder del partido», ha publicado un análisis titulado «Los sindicatos y el socialismo», pretendiendo «movilizar el poder extraparlamentario de la clase trabajadora». Esta estrategia quiere crear «un partido laborista de masas y de izquierda íntegramente ligado a un poderoso movimiento sindical, que consideran no sólo esencial para derrotar a los conservadores, sino también para mantenerse en el poder.

«Tenemos que ser capaces de movilizar toda la fuerza extraparlamentaria de la clase trabajadora y de sus aliados, para poder derrotar la fuerza extraparlamentaria de la clase dirigente», señalan. El comité intentará estrechar la colaboración entre las organizaciones locales del partido y los sindicatos que se afiliarán directamente a él. Sugiere también la creación de organizaciones del partido en los centros de trabajo y la formación de grupos que amalgamen a una «amplia izquierda» en todos los sindicatos y la movilización de estos grupos para promocionar a los líderes de izquierdas. El comité de coordinación del laborismo espera que estas propuestas se vean traducidas en una carta que presentará ante el congreso especial de los sindicatos, que ha de celebrarse en Londres el próximo 18 de julio.

Con esta carta se tratará de democratizar el movimiento sindical con un control más directo de la base sobre sus representantes. En medios políticos británicos se considera que esta carta es parte de la campaña de los seguidores de Tony Benn para conseguir una mayor influencia en el mundo sindical de cara al congreso del partido laborista en octubre.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_