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Montañismo

La escalada en roca, cada vez mas separada del alpinismo

Antonio Guerrero

A primeros de mes se celebró en la localidad alemana occidental de Konstein, en el mácizo del Jura, la I Convención Internacional de Escalada Deportiva. A ella asistió, en calidad de invitado, el alpinista español Luis Fraga. Aparte de la presencia de la elite mundial de la escalada, se llegó a importantes conclusiones, entre las que destaca la consideración de que en la actualidad los términos «escalada» y «alpinismo» no son lo mismo y, por tanto, deben discurrir por sendas distintas, aunque no completamente separadas.

En la Convención estuvieron presentes un total de 3.000 personas, de las cuales tan sólo unas cincuenta estaban invitadas por los organizadores. Uno de ellos, el español Luis Fraga, fue noticia ya antes de su partida al habérsele concedido, por parte del Consejo Superior de Deportes, el trofeo Antonio Victory, por el noble gesto que tuvo en el Nanga Parbat al renunciar a un éxito por ayudar a otro escalador. Aparte ya de su indiscutible calidad como alpinista, Fraga es conocido a nivel internacional por venir desde hace algunos años defendiendo el concepto de que la escalada moderna es un deporte absolutamente separado del alpinismo. Por esa razón, según él, es un error pensar en que estas dos actividades son jerarquizables u objetivamente comparables. «Sería como comparar un piloto de fórmula 1 con uno de rallies» Igualmente, Fraga opina que el alpinismo, «más que un simple deporte, es la superposición de varias facetas: la lúdica (juego), la artística (tiene creatividad), la filosófica, etcétera».Precisamente a estas mismas conclusiones se llegó durante el debate que se celebró en la convención y que, según Fraga, fue lo más interesante y sustancioso de ésta, ya que se acordó que la «escalada deportiva» en roca ha delimitado perfectamente su campo de actuación, el cual va completamente aparte de los del alpinismo ehimalayismo. Incluso el tipo de entrenamiento para este tipo de escalada es diferente, pues son necesarias de seis a siete horas diarias, y se da más importancia a la técnica de los movimientos que a la fuerza (aunque las dos son imprescindibles). Por ejemplo, uno de los asistentes, el famoso Ron Fawcett, entrena de 10 de la mañana a 6 de la tarde y realiza, sobre todo, escaladas en roca. Cuando hace mal tiempo se entrena en gimnasio y efectúa movimientos estáticos para fortalecerse.

También cuidan mucho su preparación psíquica y se concentran muy profundamente antes de cada escalada (algo muy cercano al «yoga»). Este espíritu también diferencia a la escalada del alpinismo, pues mientras los que practican la primera piensan que son piezas de un puzzle que deben ensamblarse en la roca, los segundos tienen un espíritu de lucha y conquista contra los «enemigos» extremos que les pueden acechar en sus ascensiones (tormentas, hielo, etcétera). Esto quedó muy claro durante el debate, cuando un alpinista le preguntó a un escalador: «Y vosotros, en caso de tormenta durante la escalada, ¿qué hacéis?». A lo que le respondió el escalador con cierta ironía: «Cuando hace mal tiempo, yo me quedo en el valle bebiendo buena cerveza».

Muchas diferencias

En realidad existen unas diferencias muy marcadas entre unos y otros. Concretamente, el alpinista sabe escalar, pero además tiene que hacer frente a otros factores (mal tiempo, frío, la orografía del terreno, la marcha, etcétera), mientras que el boulderer (escalador de roca) practica la escalada pura, es decir, sólo la técnica llevada a unos niveles de calidad increíbles y que, hasta hace poco, se creían imposibles (como el noveno grado). También existen otras diferencias técnicas, como que en la escalada no se pueden utilizar medios artificiales para subir, y en el alpinismo casi todo vale para conseguir un objetivo. Incluso, en la Convención, entre los mismos escaladores de roca hubo diferentes formas de entender ésto, pues unos lo veían como un simple deporte o actividad física, mientras que otros decían que era una forma de expresar su creatividad.Hay que citar que a pesar de las conclusiones a que llegó la Convención, en Alemania Occidental, desde hace años, ya se viene hablando de bergsteigen (alpinismo) y sportlettern (escalada deportiva), sin ningún problema, a pesar de que los responsables del Club Alpino Alemán (algo así como la federación nacional), no quieren saber nada del asunto. En Francia, debido también a este tema, existen dos federaciones de montaña.

Otras actividades de la convención fueron, por supuesto, las escaladas en el macizo rocoso que allí había, el cual permitía escaladas que iban desde un tercer grado de dificultad hasta un noveno. Durante estas escaladas, los distintos participantes intercambiaron sus conocimientos sobre el método particular de cada uno. También se realizaron escaladas de exhibición por parte de miembros de la élite mundial de los boulderers, entre los que destacó John Bachar, considerado el mejor de la especialidad, Sin embargo, a Luis Fraga este tipo de deníostraciones fue lo que menos le gustó de toda la convención, ya que «mientras ellos arriesgaban sus vidas escalando en solitario por paredes de séptimo superior y sin cuerda, los demás, desde la base de la rota, aplaudían jaleados por un locutor que, al igual que en los circos, narraba por un micrófono las incidencias».

También se realizaron demostraciones de salvamento y rescate con nuevas técnicas, pruebas de seguros dinámicos (arrojando sacos), así como proyecciones de películas y diapositivas, como las de los países del Este, en las cuales se comprobó cómo para escalar allí hay que estar en posesión de un carné, además de estar prohibido el uso del magnesio, de los empotradores y de los clavos, debiendo asegurarse mediante nudos.

Festival en La Cabrera

El próximo fin de semana, sábado y domingo, se celebrará en la sierra de La Cabrera (Madrid) el I Festival de Escalada en nuestro país, y al que, además de los practicantes del montañismo, po rán acud r todos los aficionados que lo deseen, consiguiendo su entrada con anterioridad en la Federación Castellana de Montañismo.El programa incluye una exposición de los actuales equipos de escalada y alpinismo, demostraciones de salvamento a cargo de la Cruz Roja y de escalada extrema, proyecciones de películas y diapositivas, conferencias, charlas, sorteo de material y una merienda-cena para todos los asistentes. Igualmente está previsto el contar con tiempo libre para que, aquellos que lo deseen, realicen escaladas en la zona, y, los que sean «nuevos» en la materia, tendrán la oportunidad de iniciarse en este deporte con los profesores de la ECAM en el Pico de la Miel.

Todos aquellos que deseen asistir deben adquirir su entrada en la Federación Castellana de Montañismo (calle de la Apodaca, 16) o en cualquier tienda o librería especializada. Esta entrada cuesta cien pesetas e incluye la asistencia a todos los actos del programa (que se realizarán en el pueblo de La Cabrera), así, como a la merienda-cena y al sorteo de material.

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