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La "hinchada" inglesa, superior a la española

La hinchada del Liverpool prestó mucho más calor y animación que la del Madrid a la final, tanto dentro como fuera del campo. El Madrid tuvo varias deferencias hacia el público, al que regaló balones, y hacia los jugadores de la final del campeonato infantil de Francia, a los que obsequió con camisetas, pero la presencia de los ingleses en el campo fue mucho más sonora.Dos horas antes de que empezara el partido, los propietarios de los bares próximos al Parque de los Príncipes cerraron las puertas de éstos y pusieron fuera, con cortés firmeza, a todo el que estaba en ellos tomando consumiciones, Los propietarios de cualquier otro tipo de comercio también se apresuraron a cerrar a lás seis de la tarde con gesto de preocupación. Para esa hora, los temidos hinchas ingleses se dejaban ver en ruidosas bandas, pero no habían hecho nada para justificar esa mala fama. Sólo un grupo de seis había sido detenido en el propio hotel en que se alojaban la noche anterior por armar alboroto.

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En cualquier caso los aficionados del Madrid se paseaban en las proximidades del campo con los hongos y banderas repartidos gratuitamente por el Madrid con un indisimulado miedo pintado en el rostro. Un miedo provocado, sin duda, más por el temor al posible gamberrismo de los ingleses que por el desenlace del partido.

Hasta París ha llegado alguno de los protagonistas de, la final de hace veinticinco años en este mismo campo, en la que el Madrid abrió su racha de cinco copas consecutivas. Muñoz, que comió con un grupo de periodistas, comentaba que Bernabéu posiblemente hubiera tenido la idea de invitar a los once hombres de aquella final. El no había venido invitado por el Madrid, a pesar de haber sido el capitán que recogió aquella copa, y tampoco Di Stéfano, el hombre al que, sin duda, debe en mayor proporción el Madrid lo que es hoy.

Cambio de imagen

El estreno del nuevo uniforme puso recelosos a algunos aficionados. Uno comentó que le parecía estar viendo al Anderlecht en lugar de al Madrid, y otro que, con el chandal tan blanco los madridistas parecían horchateros. Sin embargo, el Madrid sí hizo un intento de poner al público neutral de su lado, con el regalo a la vista del público de camisetas de¡ club a los niños que minutos antes del partido habían jugado la final infantil de Francia. También, después del calentamiento, los jugadores arrojaron balones al público.

Pero en lo que se refiere a la hinchada, y a pesar de la igualdad numérica, el Madrid fue claramente inferior. El rojo de los ingleses se veía mucho más que el blanco de los madridistas, en el que resaltaron un par de senyeras y una bandera del Atlético.

Ni que decir tiene que prácticamente todas las fuerzas del madridismo estuvieron presentes en el Parque de los Príncipes. Por ejemplo, el ex vicepresidente Peña Abizanda, y todos los presidenciables, que observan una tregua, quizá a la espera de cómo se desenvuelvan los acontecimientos después del resultado de ayer.

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