El PSA adopta una "estrategia de resistencia" ante su IV Congreso
, El Partido Socialista de Andalucía va a replantearse seriamente su táctica y su estrategia en el futuro para hacer una política de resistencia y poder sobrevivir a la situación política actual y a su propia crisis interna. Así se desprende del proyecto de declaración de su IV Congreso elaborado por el Comité Nacional del partido, al que ha tenido acceso este periódico.
Según el citado documento, el proceso involutivo que sufre la vida política española, la desmovilización popular y la crisis interna del PSA, «que ha dado lugar al lamentable espectáculo que hemos ofrecido a la opinión en los últimos meses y a la grave desmoralización sufrida por nuestra propia militancia», aconsejan que el IV Congreso, que se celebrará a finales de mes en Jerez de la Frontera, trace las líneas maestras de una política de resistencia.
«El partido hay que mantenerlo contra viento y marea, no puede desaparecer, por la sencilla y elemental razón de que es absolutamente necesario al pueblo andaluz ( ... ), hay que volver, pues, a nuestros cuarteles de invierno, y prepararnos para la resistencia. Nuestro principal objetivo es sobrevivir como el partido que representa la identidad y la soberanía del pueblo andaluz», subraya el proyecto de declaración, cuyos planteamientos aparecen reforzados, evidentemente, tras la aprobación en primera instancia de la reforma del reglamento del Congreso de los Diputados, que implica la desaparición del Grupo Parlamentario Andalucista.
Más adelante se destaca la necesidad de fortalecimiento del PSA, mediante la puesta en práctica de tres actuaciones: afianzamiento de su identidad como partido nacionalista de clase, mayor eficacia de la organización interna y seguridad en el sistema de financiación, «al objeto de que tenga la imprescindible solidez y solvencia». Para llegar a convertirse en la fuerza política hegemónica de Andalucía, los dirigentes del PSA aseguran que «no se trata de hacer un partido testimonial, muy puro ideológicamente, muy limpio en sus tácticas y estrategia política, pero absolutamente inútil para el pueblo andaluz».
Especial relieve se concede en el texto a la necesidad de buscar la colaboración con el PSA de sectores sociales aliados de las clases populares, articulando una política de frentes comunes o bloques históricos. Tras reafirmar que el PSA es un partido de clase, se indica que es necesario un bloque histórico andaluz y que «así como la revolución burguesa no fue posible en la mayoría de los países sin contar con el apoyo del proletariado, tampoco hoy un cambio hacia el socialismo será viable si no se consigue el respaldo de amplios sectores de la burguesía».
