_
_
_
_
_

El futuro de Francia

( ... ) Es injusto decir que Mitterrand no tiene programa. Tiene, por lo menos dos. El primero es amplio, liberal, generoso: es su plataforma presidencial. El segundo es temible: es el proyecto socialista, versión apenas revisada y corregida del programa común de la izquierda. En un poco más de un mes, el mecanismo irreversible se pondrá en marcha para hacemos pasar del primero al segundo. Hay que oponerse con fuerza y, si es posible, con inteligencia.La derrota de la mayoría presidencial difunta ha sido asegurada por sus disputas. Su éxito puede nacer de su unidad. Si esta última ocasión no se aprovecha, Francia será el primer país occidental que corre el peligro de pasar democráticamente bajo el control de una coalición social-comunista. Estoy persuadido que François Mitterrand no lo desea personalmente. Tanto menos que su compañero no sería Berlinguer o Santiago Carrillo, comunistas liberales. Sería George Marchais, un comunista integral. Pero el presidente elegido se ha colocado en la posición de prisionero de sus aliados y de sus compromisos.

François Mitterrand es, desde ahora, por siete años, presidente de la República. Tomamos acta. Nosotros debemos hacer todo para que esta sustitución de persona en la jefatura del Estado no signifique, además, un cambio de régimen y el deslizamiento del país fuera de la sociedad liberal.

En condiciones espantosamente difíciles, hay que ganar las elecciones legislativas de junio. No hay otro camino para llegar a ese fin que la unión de todos los que rechazan categóricamente el colectivismo de inspiración marxista que está ahora a nuestras puertas.(...)

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

12 de mayo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_