La Unesco prepara sus planes de actuación para la presente década

La extensión de la educación permanente, integrada con la familia, la potenciación de la educación especial y la reducción de los fracasos y abandonos escolares, constituyen aspectos fundamentales de una política educativa que se proponga una formación adecuada de la población escolar en edad obligatoria.La definición de estos objetivos se recoge en un documento presentado por la Comisión Española de Cooperación con la Unesco a la VIII Conferencia Regional Europea de la Unesco, que se está celebrando en Madrid desde el pasado lunes.

La conferencia se ocupa de la preparación del segundo plan a plazo medio de la Unesco, en el que se establecerán las líneas de actuación de este organismo para su posible contribución a la solución de los problemas de la humanidad en la década de los ochenta.

Los profesores Blat Jimeno y Marín Ibáñez, autores del documento presentado por la comisión española, abundan en la consideración del período de escolaridad obligatoria, y señalan a este respecto la necesidad de una formación integral, donde se equilibren todos los valores y dimensiones de la personalidad.

El documento, titulado Reflexiones sobre una educación para el futuro, dedica una especial atención a los problemas dé la formación profesional y a la educación posterior al período obligatorio. Afirman los expertos españoles que «la educación permanente de be ser el principio organizador de la educación, escolar y extraescolar, formal e informal, pública y privada, en sus tres vertientes fundamentales: la segunda oportunidad académica; la actualización, promoción y reconversión profesional, y el ocio cultural, activo y formativo que dé calidad a la vida.