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Calvo Sotelo establece en Lisboa un contacto permanente con los gobernantes portugueses

Con el fin de semana «de descanso y trabajo» de Leopoldo Calvo Sotelo en Lisboa, los jefes de Gobierno de los dos países ibéricos han inaugurado un estilo de contactos ya adoptado por otros dirigentes europeos, Giscard y Schmidt, por ejemplo. La decisión de ambas partes de seguir con estas reuniones, «más rápidas, eficaces y baratas» es el único resultado concreto conocido de las conversaciones entre Calvo Sotelo y Pinto Balsemao.

Por lo demás, y aunque los dos jefes de Gobierno hayan declarado su satisfacción por la utilidad del encuentro, poco más se sabe de los temas abordados que una enumeración de títulos, que cualquier observador podía enunciar antes de la reunión: Mercado Común, OTAN, situación internacional y relaciones bilaterales, con especial énfasis para tres temas: pesca, comunicaciones terrestres y centrales nucleares.La anunciada rueda de Prensa que debía tener lugar en el aeropuerto de Lisboa antes de la salida del presidente del Gobierno para Madrid fue anulada en el último momento. El motivo oficial invocado fue la imprevista duración de la audiencia que el general Eanes concedió al jefe del Gobierno español: hora y media en vez de treinta minutos. A todos los periodistas que pretendían recoger declaraciones acerca del atentado cometido horas antes en Madrid pareció evidente que el presidente quería precisamente evitar declaraciones sobre el tema antes de regresar a la capital. A la salida del palacio presidencíal, Calvo Sotelo se había limitado a declarar que, al adoptar medidas para acabar con el terrorismo ya se sabía que iba a ser «una lucha larga» y que el atentado de la mañana confirmaba esta circunstancia y la necesidad del plan puesto en marcha.

A su llegada a Lisboa, Calvo Sotelo había declarado que el hecho que pudiera «ausentarse tranquilamente para un fin de semana en Lisboa» era la mejor prueba de que no se temía, en Madrid, la eventualidad de un nuevo golpe.

Respecto a otros temas, el presidente del Gobierno fue preguntado, al regresar a Madrid, sobre las declaraciones de Felipe González, en el sentido de que, sino se llega a una coalición, la situación desembocará en elecciones generales anticipadas. Calvo Sotelo dijo que éste es un pensamiento del secretario general del PSOE, y añadió que ya se conoce también la postura del Gobierno al respecto. Aunque no detalló más el tema, indicaba así indirectamente que se mantiene en su posición de agotar la legislatura hasta su fin, en 1983. En cuanto al peligro de involución, también señalado por González, dijo el presidente que esta idea «no reposa sobre realidad alguna».

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