Tres operaciones en marcha para sustituir a Reventós como líder del socialismo catalán
Varias operaciones están en curso dentro del PSC-PSOE con el fin de lograr la sustitución de Joan Reventós en la secretaría general del partido. La necesidad de desplazar a Reventós se ha convertido ya «en un clamor dentro del partido», según manifestó a este diario un diputado socialista catalán. Su continuidad en el cargo es considerada tan sólo el resultado de la existencia de varios candidatos a la sustitución enfrentados entre sí.
Las operaciones en marcha son básicamente tres. Cada una se define en razón de un candidato. Se trata de Josep María (Raimon) Obiols, Ernest Lluch e Isidre Molas, por este orden de importancia y posibilidades de éxito.Sin duda, el candidato mejor situado es Obiols, pero, a la vez, la operación construida a su alrededor es la más compleja. Obiols, en efecto, puede contar con el apoyo de la mayoría del partido, pero al mismo tiempo su persona provoca una reacción muy enconada en su contra en la mayoría de dirigentes procedentes del autodisuelto PSOE de Cataluña y de UGT.
Obiols trata de pactar con UGT
Por ello, Obiols parece en el centro de lo que dentro del PSC-PSOE se denomina «sustitución pactada». Obiols intenta pactar con la UGT de Cataluña, garantizando la no injerencia del partido en la orientación sindical -en el pasado reciente había apoyado a un sector procedente de USO, barrido en el congreso de la UGT de Cataluña-, y al mismo tiempo está pactando con Narcís Serra, con el fin de asegurar a éste que será el candidato socialista a la presidencia de la Generalidad en los futuros comícios autonómicos.Por su parte, Ernest Lluch cuenta con el apoyo de la dirección estatal del PSOE y de UGT. En cambio, la estructura formal de poder dentro del PSC-PSOE -es decir, la ejecutiva resultante de su polémico congreso- lo considera un candidato a quien hay que impedir su objetivo a cualquier precio.
El tercer candidato, Isidire Molas, actual vicepresidente del Parlamento catalán, es el único que personalmente no está interesado en su promoción, si bien, llegado el caso, podría aceptar el cargo. Se trata de una candidatura calificada dentro del PSC-PSOE como de tercera vía, por oposición a las otras dos. Está promovida por antiguos colaboradores de Reventós que, en opinión de antagonistas suyos, desearían un reventosismo sin Reventós, es decir, la continuidad de la actual indefinición del partido. Como promotores de la candidatura de Molas aparecen Eduardo Martín Toval y Lluis Armet.
Reventós, impasible
En todo este marco destaca la actitud impasible de Reventós quien, sin duda alguna, no puede ignorar que su imagen, tanto dentro del partido como a nivel social general, está extraordinariamente deteriorada. En este último aspecto hay coincidencia entre las fuentes consultadas en que «Reventós no puede volver a enfrentarse como candidato socialista a la Generalidad con Jordi Pujol, porque volvería a perder, y por mayor margen».El alcalde de Barcelona, Narcís Serra, es la figura del PSC-PSOE que aparece como candidato socialista en ciernes a la presidencia de la Generalidad. Serra ha acentuado últimamente su relación personal con Felipe González, siempre con relación al problema que plantea la continuidad de Reventós al frente del PSC-PSOE.
Fuentes de la dirección del partido de Pujol. indicaron que ya han considerado la posibilidad de que las próximas elecciones autonómicas catalanas constituyan esencialmente una disyuntiva entre Serra y Pujol. Por ello, este último da una gran importancia al hallazgo de un buen candidato a la alcaldía de Barcelona, con el fin de devolver la pelota a los socialistas. Trías Fargas y Miquel Roca aspiran ambos a la alcaldía de Barcelona. Es prematuro intuir cuál de estos dos candidatos puede tener mayores posibilidades de obtener el apoyo de su partido.
A nivel interno del PSC-PSOE, es de recordar que hace quince días el consejo nacional del partido rechazó un informe presentado por Joan Reventós. Es la segunda vez que esto sucede. En ambos casos no fue tanto por dlscrepancias políticas o ideológicas, sino simplemente por resultar «débil» y con «lagunas», es decir, por ser formalmente un mal informe.
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