Las bases del partido comunista polaco exigen una depuración de los dirigentes
Organizaciones de base del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP-comunista) de las principales ciudades del país exigieron el pasado miércoles en Torun una profunda democratización del partido, pidiendo estructuras «horizontales.», votaciones secretas y la depuración de los dirigentes contrarios a la «renovación» del país. Las bases citaron a Stefan Olzowski, miembro del Buró Político y del Secretariado del POUP.Al «foro de discusión» de Torun asistieron «organizaciones horizontales» del POUP, creadas recientemente en las principales ciudades del país.
Uno por uno, todos los oradores denunciaron el «inmovilismo» de los dirigentes y «su desarraigo de las bases». Zbigniew Iwanow, delegado de una factoría de Torun, católico, militante del sindicato libre Solidaridad, expulsado del POUP en noviembre y reelegido posteriormente, no sólo solicitó una democratización en las estructuras del partido, sino que además pidió un pluralismo político.
Iwanow dijo ante los ochocientos delegados que, dada «la situación geográfica de Polonia y su vecindad con la Unión Soviética, en el momento presente nos conformaríamos con un minipluralismo».
El foro, que se encargó de discutir sobre la preparación del IX Congreso Extraordinario del POUP, previsto para principios del verano, solicitó la depuración, del Comité Central, en el próximo décimo pleno de este organismo, a finales de abril, de todos aquellos calificados como inmovilistas, miembros de la línea dura. Los nombres de Olzowski, Tadeusz Grabski y Andrzej Zabinski fueron pronunciados por los delegados, los tres con puestos de responsabilidad en la comisión encargada de preparar el congreso, comisión descrita por los delegados como antidemocrática.
Los debates entre los delegados, algunos de los cuales llevaban las insignias con el nombre Solidarnosc (Solidaridad), constituven un hecho sin precedentes en la historia de la Europa del Este, tanto por la libertad de discusión -algunos delegados dijeron incluso que cesara la campaña contra los disidentes como Kuron y Michnik-, como por las reivindicaciones políticas formuladas a la cúspide.
Respecto a las relaciones entre Solidaridad y las autoridades, que parecían atravesar un excelente momento a raíz de las versiones oficiales que aseguran un pronto reconocimiento legal de Solidaridad Rural, ayer, el presidente sindical de Varsovia, Zbigniew Bujak, aseguró que había desacuerdo sobre la reanudación de negociaciones.
Bujak, miembro de la presidencia de Solidaridad (KPP), informó que el ministro encargado de las relaciones laborales, Stanislaw Ciosek, no había aceptado las bases de la negociación: una discusión general previa transmitida en directo por televisión y el juicio del trabajo de las cinco comisiones, que tratarán sobre los medios de comunicación, discusión del derecho de huelga, la legalización de Solidaridad Rural, discusión sobre la legalidad vigente y el tema de los presos políticos.
Para ayer estaba previsto un nuevo encuentro entre Bujak y Ciosek. La última reunión Solidaridad-Gobierno fue el 30 de marzo, a raíz de la cual se anuló la huelga general prevista para un día después.
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