Con la puesta en libertad de los obreros detenidos, concluye la huelga de hostelería en Sevilla

Durante la mañana de ayer fueron puestos en libertad por la autoridad judicial los 36 trabajadores que permanecían detenidos en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía como presuntos integrantes de piquetes informativos que trataban de generalizar la huelga en el sector de la hostelería. El conflicto quedó así formalmente terminado a las seis de la tarde de ayer, cuando los integrantes de la comisión deliberadora firmaban el acuerdo con la ausencia de CC OO.

En realidad, el acuerdo final se demoró hasta pasadas las tres de la madrugada de ayer en que los máximos dirigentes provinciales de UGT y CC OO accedieron a ratificar el pacto al que se había llegado. Sin embargo, CC OO no firmó el acuerdo definitivo en la tarde de ayer. Aunque la asamblea de trabajadores aceptó por una amplia mayoría el contenido de dicho acuerdo, otorgó mandato a sus representantes para que no diesen por finalizado el conflicto mientras no se produjese la puesta en libertad de los 36 detenidos que aún quedaban en comisaría (otros 37 ya habían sido liberados).En consecuencia, los secretarios provinciales de UGT, Javier Soto, y CC OO, José Antonio Nieto, se negaban a firmar el acuerdo, intentando presionar al gobernador civil, José María Sanz Pastor, para que los detenidos fuesen puestos en libertad. Pasada la medianoche, Sanz Pastor abandonaba la reunión, que se estaba celebrando en el Ayuntamiento, tras subrayar su negativa a la petición de los sindicatos. «El orden público no es negociable», dijo el gobernador.

Intervención del juez

A las tres de la madrugada las centrales aceptaban el convenio, y varias horas más tarde los detenidos eran liberados por el juez competente, dándose así por concluido un conflicto que había provocado un profundo malestar en los sectores turísticos de la provincia. El rumor de que varios de los detenidos eran personas ajenas a la hostelería y procedentes de otras provincias fue desmentido por CC OO, cuyo secretario provincial, José Antonio Nieto, explicaba a este periódico: «Es una calumnia destinada a desprestigiar a los trabajadores y los sindicatos. Si fuese cierto lo que se dice, ¿cuánto tiempo hubiese tardado el Gobierno Civil en sacar un comunicado denunciándolo?».El convenio prevé un incremento salarial del 15%, aumento de la paga de beneficios y semana laboral de 41 horas a partir de enero de 1983, y tiene una vigencia de veinte meses. Los sindicatos valoran especialmente el hecho de que haya podido firmarse un convenio global frente a la pretensión de los empresarios de subdividir el sector en tres ámbitos menores, a semejanza de su propia división organizativa, y por estimar que hoteles, bares y salas de fiestas mantienen pocos intereses en común.