Polémica victoria de Nelson Piquet en el Gran Premio de Argentina

El aplastante triunfo del brasileño Nelson Piquet en el Gran Premio de Argentina, tercera prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, disputado el pasado domingo en el circuito de Buenos Aires -según informan las agencias-, desencadenará, sin duda, fuertes polémicas. Las acusaciones sobre la ilegalidad del Brabham del brasileño se traducirán ahora en una reclamación oficial por parte de los restantes equipos. El argentino Reutemann, el francés Prost y el campeón del mundo, Alan Jones, siguientes clasificados en Buenos Aires, podrían verse beneficiados por una hipotética descalificación del vencedor.

Según ha podido comprobarse de forma fehaciente por distintas fotografias, los Braham de Nelson Piquet y de su compañero de equipo, el mexicano Héctor Rebaque, no cumplen la reglamentación vigente en cuanto a la altura mínima que debe guardar el coche con respecto al suelo. Al menos, no siempre. Porque cuando los coches están en los boxes, ante la presencia y la atenta mirada de los técnicos rivales y de los comisarios encargados de las verificaciones, estos coches sí que mantienen los seis centímetros de altura mínima libre con respecto al suelo. Pero, una vez el coche está en la pista, un curioso mecanismo, regulado a voluntad por el propio piloto, permite bajar la altura mínima del coche hasta dejar que sus pontones laterales lleguen a tocar el suelo.De esta forma, con este truco un tanto bruto e infantil, el coche podría beneficiarse de esa técnica wing-car (hace el efecto de un ala invertida, con lo que aumenta sensiblemente la sujeción del coche en el suelo), actualmente prohibida.

El dominio del brasileño Nelson Piquet en Buenos Aires fue total. Se instaló en cabeza prácticamente desde el instante mismo de la salida, y ya no abandonó esta posición hasta el final. Sólo en un momento pareció estar en peligro, ante el ataque de Alan Jones, pero éste cedió en seguida para verse relegado varios puestos, y, por su parte, Piquet aumentó su ventaja.

La carrera así resultó bastante aburrida, sin historia, porque faltó el aliciente de la competencia. Los Renault, con sus motores turboalimentados, deberían haber ofrecido más resistencia en un circuito tan rápido como el de Buenos Aires, pero ni siquiera pudieron imponerse a los Williams.

Para mayor escándalo, el mexicano Rabique, un piloto de calidad muy limitada y que no hace mucho pasaba enormes dificultades para poder clasificarse para tomar la salida en las carreras, rodó durante gran parte de la prueba en segunda posición. Sólo una avería le privó de un seguro segundo puesto, únicamente atribuible a un coche sensiblemente superior al de sus rivales.

Desaparecido Rebaque en la última fase de la carrera, el orden de entrada en la meta, por detrás del vencedor, Nelson Piquet, fue el del argentino Reutemann, que cumplió 39 años precisamente el domingo, y que, con su segundo lugar, que podría ser primero si la reclamación que pesa sobre el Brabham del vencedor prospera, se destaca al frente de la clasificación del Mundial. En tercera posición cruzó la meta el joven francés Alain Prost, al volante del Renault, seguido por el campeón del mundo, Alan Jones. Más atrás llegaron el francés Arnoux, compañero de Prost, y el italiano De Angelis, primer piloto de Lotus, que sigue sin poder conducir el nuevo modelo.

Clasificación general

Tras esta tercera carrera de la temporada, Carlos Reutemann encabeza el Mundial con 21 puntos, seguido por Alan Jones con 18; Nelson Piquet, 13; Patrese y Prost, 4; Andretti, Surer y De Angelis, 3.