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La asamblea de médicos en huelga del Hospital Provincial considera rotas las negociaciones

Desde ayer por la mañana, la sensación, tanto en medios periodísticos como médicos, era que el conflicto del Hospital Provincial de Madrid había llegado a su fin, gracias a los buenos oficios de mediador desarrollados por el ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, al haber conseguido la redacción de un documento que aceptaban las dos partes en conflicto, los médicos y la Diputación Provincial.Según el citado documento, la Diputación cedía muy poco de la postura que mantuvo desde un principio, salvo en pequeños matices. Las propuestas negociadas en el despacho del ministro fueron incluso aceptadas por el órgano de gobierno del hospital. En él, la dimisión del doctor José Luis Barros de su cargo de director técnico no era aceptada en absoluto, si bien éste ha enviado una carta al ministro, para que sea dada a conocer a todo el personal del hospital, en la que reitera su inocencia: «Niego terminantemente haber realizado ningún comentario o afirmación pública o privada que pueda interpretarse como una vejación o menosprecio de mis compañeros médicos. Y sí alguien ha entendido así cualquier afirmación mía, dese por retirada o no dicha».

Al término de la asamblea celebrada anoche por los médicos del hospital, se afirmó que la carta en cuestión (que no tenía otro objetivo que atajar las críticas dirigidas contra el doctor Barros en los últimos días) era un «escrito no satisfactorio» y redactado en términos vagos, aunque el abogado que se encarga de la asesoría jurídica de los médicos en huelga, Chamorro intentó matizar tan rotunda afirmación, asegurando que «no pasa de ser una declaración de buenas intenciones» y que era algo «no pedido por la comisión para poder solucionar el conflicto».

En cuanto a la negociación de un convenio en el que únicamente fueran incluidos los médicos que trabajan en el centro, fueran funcionarios o no, José María Rodríguez Colorado, presidente de la Diputación, aseguró, en el curso de una conferencia de Prensa, que tampoco era algo negociable, toda vez que las reivindicaciones sindicales o laborales de los médicos habrán de ser canalizadas por la vía del comité de empresa, en el que los representantes de los médicos podrán integrarse -si aceptan el ofrecimiento hecho en tal sentido- en calidad de asesores.

Por último, según el documento pactado la noche del martes y rechazado ayer por la asamblea de los médicos, los expedientes abiertos a principios de esta semana a los 32 jefes de servicio que se negaron a contestar el requerimiento de la presidenta del Consejo de Administración del hospital, María Gómez Mendoza, en el sentido de que informaran de la repercusión que estaba teniendo la huelga en cada uno de los departamentos, serían sobreseídos con la condición de que cada uno de ellos enviara un escrito personal a la presidenta, en contestación a la demanda.

Rechazo de la asamblea

La asamblea de los médicos del hospital comenzó pasadas las nueve de la noche de ayer, como de costumbre, en la sede del Colegio Oficial de Médicos. Sin embargo, a diferencia de días anteriores, la presencia de los periodistas en la sala fue tajantemente impedida por dos personas situadas en la entrada de la sala donde se celebraba aquélla. A su término, la comisión de médicos improvisó una pequeña conferencia de Prensa en la que se dio a conocer la postura contraria al acuerdo, a la que había llegado la asamblea.Según explicaron los miembros de la comisión y como punto previo, el Colegio Oficial de Médicos envió ayer un escrito a la propia comisión, en el que se prohibe a los integrantes de la misma y «a cualquier médico del Hospital Provincial» la aceptación oficial y/o pública de hechos o actuaciones «que supongan descrédito o humillación de la profesión médica». En el caso de que tal prohibición no fuera respetada, el mismo escrito amenazaba con la incoación de un «expediente deontológico» a los infractores.

Un segundo punto del mismo escrito (que iba firmado por el vicepresidente del Colegio, doctor Aguado, en funciones de presidente) exige al mismo vicepresidente integrado en la comisión negociadora en representación del colegio profesional, que se retire de dicha comisión y «no firme un acuerdo que se produjera en tales circunstancias».

Los médicos de la comisión explicaron en la improvisada conferencia de Prensa que ellos consideraban rotas las negociaciones por parte de la Diputación y que no eran ellos quienes lo hacían, toda vez que habían permanecido reunidos en asamblea a la espera de que, tal como habían prometido en la negociación de la noche del martes al miércoles, la Diputación diera contestación formal a si aceptaba un sistema de elección democrática por parte de todos los médicos del hospital de los tres subdirectores previstos en el organigrama de funcionamiento del centro. Al no haberse producido la contestación esperada, los médicos consideraban rotas unilateralmente las negociaciones y quedaban a la espera de que los mediadores ministeriales se pusieran de nuevo en contacto con ellos para reanudar las conversaciones interrumpidas de tal forma.

Las tres nuevas reivindicaciones planteadas ahora, que habrán de ser atendidas si se quiere terminar con la huelga de los médicos, se concretan en la «elección democrática» de todos los cargos directivos del hospital, «desde el gerente para abajo», el levantamiento de los expedientes abiertos a los 32 jefes de servicio, sin que para ello hayan de enviar escrito alguno a la presidenta del Consejo de Administración (puesto que, de lo contrario, supondría «una humillación», prohibida expresamente por la carta del Colegio) y que les sea reconocida a los médicos una representatividad propia por medio de su intervención en los asuntos puramente sanitarios (no administrativos) del hospital y del reconocimiento de la sección sindical de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.

Aparentemente, los médicos en huelga no cuestionan ahora la figura del doctor José Luis Barros como director técnico del hospital. Sin embargo, hacen aparecer una nueva figura reivindicativa: elegir el director, lo que, en el fondo, viene a suponer si no la petición de cese de Barros, sí su sometimiento a una votación. Los médicos de la comisión explicaron que esta nueva reivindicación viene dada por el hecho de que ha tomado ya posesión de su cargo el nuevo gerente del hospital, José Antonio Moreno Ruiz, y que, por tanto, la Diputación dispone de dos cargos de responsabilidad elegidos directamente por ella (la presidenta del Consejo de Administración y el gerente), corresponde a la plantilla de médicos la elección del director (hasta ahora, José Luis Barros) y los tres subdirectores (cargos hoy vacantes en el organigrama del hospital).

Medir las fuerzas

Después de que hayan quedado rotas las negociaciones, la incógnita que parece abrirse está en la posibilidad de que la huelga general en toda España, convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos para después de Semana Santa, siga adelante o no, lo que vuelve a darle al conflicto una dimensión nacional.En una conferencia de Prensa convocada el lunes por Ciriaco de Vicente, secretario de política sectorial del PSOE, afirmó que las máximas reformas que se lleven a cabo en el Hospital Provincial constituirán el techo de lo que se pueda conseguir a nivel nacional. Desde este planteamiento, se deduce que los socialistas no tienen intención de ceder en lo más mínimo mientras puedan evitarlo.

Además el PSOE ha tomado contactos con autoridades políticas y médicas de diversas diputaciones de España, y ha podido llegar a la conclusión de que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos no tiene la fuerza suficiente como para desencadenar una huelga general, ni siquiera en el ámbito, más reducido, de los hospitales dependientes de las diputaciones. Al parecer, sólo en tres o cuatro provincias la Confederación tiene un peso apreciable, y dejar el desarrollo de la huelga a la imprevisible adhesión de las restantes, no es muy creíble. Es por todo ello que la Diputación ha adoptado una postura firme a lo largo del conflicto y sólo ha ofrecido contrapartidas que, por otra parte, estaban en cierta medida pensadas ya para aplicar en el futuro.

En cualquier caso, para el próximo martes está prevista una reunión de representantes de las diputaciones socialistas del país -ocho exactamente- para adoptar una estrategia común en caso de que el conflicto se dispare.

Esta información ha sido elaborada por Carlos Bellver, Andrés Manzano y Fernando Granda.

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