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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las juventudes de UCD

A finales de abril, las Juventudes de Unión de Centro Democrático celebramos el II Congreso. Del I Congreso, que calificaría de constituyente, se aprobaron las líneas maestras de ideología progresista de centro y, por ende, de nuestra forma de ser y actuar. Durante los dos años transcurridos entre el I Congreso y este segundo, los problemas no han sido pocos: por un lado, los propios de infraestructura y organización interna; por otro, nuestra casi absoluta incidencia en el mundo juvenil. Ahora no es momento de criticar laPasa a página 10

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gestión de la ejecutiva nacional, ni de los órganos intermedios, ni el desinterés y apatía de los militantes. Pero como acotación se debe decir, no sin cierto sonrojo, que las ponencias aprobadas en el I Congreso no se han cumplido mínimamente. En descargo de toda una serie de fracasos se ha dicho que nuestra falta de operatividad es común a todas las organizaciones juveniles. Pensar de esta forma sería estar muertos antes de comenzar a caminar. Estoy seguro que somos muchos los que creemos que las cosas deben y pueden cambiar. Por eso somos jóvenes.

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En este Congreso hay que romper con la dinámica seguida. Para ello debemos terminar con el amiguismo y el compadreo. Los puestos de responsabilidad deberán ser ocupados por los más capaces Por éstos que sepan impregnar a las JJ UCD de una savia de esperanza y renovación. Capaces de gestionar proyectos de futuro que alienten y asesoren a los jóvenes que buscan su primer empleo, a los marginados sociales y a todos aquellos que se identifican con una sociedad más justa. Para alcanzar estos objetivos es necesario que todos los que componemos las JJ UCD salgamos a la calle. Allí, sólo allí, están los jóvenes, con sus problemas e inquietudes, y olvidarnos de la política de salón. Duele decir que hemos montado una organización alejada de la realidad social, y repleta de oscuros intereses personales.

En algo más de cinco años hemos pasado de un régimen autoritario a un sistema seudodemocrático, porque los políticos, representante del pueblo no han sabido sintonizar con éste. El primer aviso lo hemos tenido en el tejerazo. Quiene pensábamos que la democracia estaba ya consolidada, empezamos a entender que es necesario un cambio de política./ Miembro del Comité Local de Centro.

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