Desacuerdo de la oposición con el proyecto de elección de alcaldes por sistema mayoritario

El Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes aplazó, una vez más, el estudio del proyecto de ley de régimen local, cuyo plazo de presentación a las Cortes deberá sufrir algún retraso por esta causa. Otros problemas más urgentes han motivado este aplazamiento, según fuentes oficiosas, si bien se cree que la dificultad principal reside en el intento de cambiar las normas para la elección de alcaldes y concejales.

Según la Constitución, la materia electoral necesita ley orgánica, lo cual equivale a un acuerdo con la oposición., que inicialmente no se muestra receptiva al proyecto gubernamental.Se atribuye al equipo de Martín Villa la intención de resolver la elección de miembros del Ayuntamiento por un sistema mayoritario. Si esto se confirma, el panorama cambiaría completamente en relación con la situación actual: la ley Electoral de las Corporaciones Locales, vigente hasta ahora, configura un sistema muy proporcional -aunque corregido por la existencia de un mínimo del 3% de votos, a nivel de cada municipio, para tener acceso a la Corporación-, y el alcalde es elegido por mayoría de los concejales, que es el mecanismo que forzó el pacto municipal de izquierda.

Con un sistema mayoritario hay siempfe un partido ganador, por lo que sería innecesaria la realización de pactos: un solo partido obtendría todos o la mayoría de los concejales, además del alcalde. También es posible que se mantenga una elección de carácter proporcional, pero con nombramiento. automático de alcalde en favor del primer candidato de la lista más votada. El fondo de ese proyecto político, cualquiera que sea la fórmula, probablemente consiste en desalentar la repetición de la alianza de izquierda.

Sin embargo, las opiniones consultadas por EL PAIS entre los actuales protagonistas del pacto municipal no parecen favorables a dicho proyecto: el PCE se muestra rotundamente en contra, como cabe esperar en un partido que perdería buena parte de sus posiciones con ese sistema. El PSOE matiza más esa posición, y prefiere no aventurar opiniones hasta conocer en detalle el proyecto gubernamental. En principio, los criterios de los socialistas son contrarios al citado sistema, que: les haría perder numerosas alcaldías en el supuesto de que las próximas elecciones municipales se produzcan con niveles de voto similares a las anteriores.

El momento actual es importante para el partido gubernamental, que debe prepararse para recuperar posiciones en la Administración local, y también lo es para los partidos de izquierda, porque han consumido ya la mitad de su mandato como administradores municipales y necesitan consolidar sus posiciones si quieren ser reelegidos en 1983. Este es el motivo de que Gobierno y oposición se encuentren en ,un momento clave, que, sin duda, se reflejaría en una mayor polémica sobre la ley de Régimen Local y el sistema electoral si no coincidiera con una situación política tan delicada como la que vive España en estos momentos.

Precisamente se celebra hoy en Madrid una cumbre de alcaldes y concejales comunistas, la primera que realiza el PCE desde las elecciones locales. Según el responsable municipal de dicho partido, Carlos Alonso Zaldívar, el motivo de la reunión es analizar el trabajo realizado en los dos años de participación en los gobiernos municipales y perfilar las posiciones del PCE de cara a la ley de Régimen Local, así como valorar el acuerdo municipal.

«Lo que el pacto supone», afirma Zaldívar, «se ha cumplido ampliamente en lo que se refiere a la distribución de alcaldes y concejales; por el contrario, ese cumplimiento es más escaso por lo que se refiere a programas comunes de actuación, que nosotros hemos propiciado tantas veces como hemos podido». Zaldívar agregó que el programa municipal expuesto por el PSOE para 1981 es coincidente con el de su partido en lo que se refiere a las grandes líneas, y que esperan una colaboración con los socialistas de cara a la producción de una legislación local favorable.