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Se espera la llamada definitiva de los secuestradores

A las nueve de la noche de ayer, se cumplieron los ocho días -más de 192 horas ya- del secuestro de Enrique Castro Quini. Se mantiene la tensa espera en su domicilio barcelonés, y se aguarda con evidente nerviosismo la llamada de los secuestradores, que puede resultar definitiva para la liberación del jugador. El alcalde de la ciudad, Narcís Serra, visitó a la familia Castro en la noche del domingo.Las pistas y los rumores en torno al paradero de Quini y a sus protagonistas continúan disparándose. La realidad es que se mantienen las dudas acerca de si los secuestradores han logrado concretar la recog¡da del dinero entregado por el Barcelona el pasado viernes en un lugar determinado, o aguardan una posibilidad ventajosa para hacerlo con seguridad. Al mismo tiempo todo ello propicia continuas filtraciones de que la liberación de Quini puede resultar inmediata.

En las últimas horas se ha barajado también la posibilidad de que los secuestradores mantuvieran a Quini en algún lugar de Francia, extremo este previsible de hecho por la gran cantidad de tiempo que tuvieron para hacerlo, al presentarse la denuncia de la desaparición del jugador con un notable retraso de más de quince horas. Sin embargo, hasta el momento, las impresiones oficiosas han mantenido siempre la teoría de que el paradero del jugador parece centrarse en el entorno de Barcelona.

En los círculos allegados a la familia Castro existía la ilusión de que tras la frustrada esperanza de liberación en la madrugada del viernes, el domingo podría haber sido el día ideal. No fue así. El hermano de Quini, Castro, tuvo unos momentos de relajación cuando felicitó telefónicamente a sus compañeros del Spórting de Gijón por el triunfo logrado ante el Sevilla.

A la llegada de los jugadores azulgranas al aeropuerto barcelonés del Prat, unos 3.000 aficionados se congregaron para animarles, a pesar de las derrota ante el Atlético. Hubo gritos y pancartas alusivas a la liberación de Quini.

El alcalde de Barcelona, Narcís Serra, que estuvo en Madrid presenciando el partido, acompañó al presidente azulgrana, José Luis Núñez, a visitar a la familia de Quini hacia las diez de la noche. Narcís Serra declaró a un grupo de periodistas confundidos en enorme barullo con numerosos curiosos que «hemos ido a jugar y se ha respondido con normalidad a la violencía que supone el secuestro de Quini». Núñez, por su parte, manifestó que «no quiero opinar sobre las declaraciones de Casaus en Madrid. El es el vicepresidente del club, y el portavoz del mismo, y sabe lo que dice. No hay ninguna noticia concreta sobre Quini. Que más quisiera que poder darla».

Cabe señalar, por último, que ayer se marchó ya para Gijón el suegro del jugador, mientras se esperaba para últimas horas de la noche la llegada de dos representantes de la plantilla del Spórting, Ciriaco y Ferrero. Asimismo se ha llegado a un pacto con los fotógrafos que mantienen su constante vigilancia en las inmediaciones del domicilio para evitar aglomeraciones en las escasas salidas de la esposa de Quini, Mari Nieves, que le sirven de mínima relajación.

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