Pasión anticlerical
Me refiero a esos intentos de arrinconar la voz de la Iglesia al interior de las conciencias, impidiendo, cualquier manifestación pública de sus representantes entre nosotros. Esto no son sino frutos del anticlericalismo fascista y de un laicismo violento; aquel mismo que en épocas no tan lejanas dio rienda suelta a su odio a la religión y destruyó los derechos fundamentales de la persona humana, siendo una de las varias causas que nos llevaron a una guerra civil.¿En qué país del mundo civilizado y democrático se ha visto un ataque tan feroz por parte de sectores radicales a la libertad de expresión de la persona humana? ¿Es que por el hecho de ser obispos dejan de ser considerados como personas humanas? Presiento que existen muchos fascistas escondidos que justifican sus actuaciones con lo que los ingleses denominan character asesination, o descalificación moral. Consiste simplemente en tachar al que no opina como ellos de reaccionario. Toda una demagogia enfermiza y descompuesta vierte sus armas ante quien trata de afirmar positivamente la luz a sus seguidores.
Surgen y enseñan sus garras feroces y realizan una crítica despiadada, plena de calificativos injuriosos, incluso amenazando, cuando los obispos, en ejercicio de un derecho constitucional y de un no muy grato deber pastoral, expresan a su grey la doctrina de la Iglesia sobre el caso./
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.