Un púgil aficionado murió en Pensilvania
El púgil aficionado Gary Fitzgerald, de Estados Unidos, falleció el lunes a consecuencia de las graves heridas sufridas en la cabeza durante un combate valedero para el campeonato regional de Pennsilvania.
Fitzgerald tenía veinticuatro años y es el primer boxeador aficionado que muere en este Estado por causa de las heridas producidas en una pelea. El combate se disputó el domingo, y a los dos minutos y cuarenta segundos del segundo asalto el árbitro lo detuvo, ya que Fitzgerald había sufrido cuatro caídas. Su esposa, Bonnie, que está embarazada de cinco meses, presenció el combate. El matrimonio tiene una niña de cinco años.
Por otro lado, en Londres, el boxeador británico del peso pesado Paul Sykes ha sido condenado a cinco años de cárcel por golpear a un representante sindical. Según se demostró en el juicio, el director de empresa Peter Howe pagó al boxeador 187.000 pesetas para que diera «una lección contundente» al sindicalista John Turton con el propósito de que éste suavizara sus demandas en las negociaciones salariales.
El representante sindical necesitó doce puntos de sutura en la cabeza y sufrió fracturas de los huesos.
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