El público de Tbilissi, con el Madrid
El Madrid recibió en Tbilissi con consternación la noticia del secuestro de Quini, que era el tema de conversación más repetido, tanto en los corrillos de jugadores como en los de periodistas. Por lo que respecta al partido de hoy contra el Spartak, que empezará a las cuatro de la tarde hora española y será televisado en directo, parece seguro que el público de la capital georgiana apoyará más al Madrid que al equipo moscovita. Las entradas están a 2,5 rublos (280 pesetas), y no es fácil que las 75.000 localidades del campo del Dinamo de Tbilissi se vean cubiertas.
ENVIADO ESPECIAL, El Campeonato soviético de Liga comienza a finales de marzo y termina en noviembre. El Spartak participa en la actual edición de la Copa de Europa como campeón del año 1979. En 1980, el campeón fue el Dinamo de Kiev, el equipo de Blokhine, mientras que. el Spartak era segundo, a cinco puntos. Pese al secreto con que los soviéticos suelen rodear todos sus asuntos -a Molowny se le negó el visado para venir a ver algún partido amistoso del campeón soviético-, el Madrid ha podido tener información de primera mano del Spartak gracias a Jesús Izaguirre, un vasco que se encuentra en Tbilissi, junto con varios otros paisanos, para la construcción de una fábrica de productos químicos. Jesús Izaguirre es entrenador nacional -el año pasado entrenó al Guernika-, lleva varios meses en Tbilissi y ha entregado a Boskov un completo informe sobre el Spartak, que hace diez días perdió aquí el partido amistoso contra el Dinamo de Tbilissi. Boskov, que ya se había puesto en contacto con Christiansen, entrenador del Ejsberg, el campeón danés eliminado en la ronda anterior por el Spartak, ha sabido, con alivio, que Khiduliatin, el libero del equipo, ha pasado al TSKA de Moscú. El Spartak ganó al Ejsberg por 3-0 en Moscú, con dos goles de cabeza del citado Khiduliatin a la salida de sendas faltas. En Dinamarca perdió por 2-0. En la anterior eliminatoria batió sin problemas al campeón luxemburgués por un tanteo global de 9-0.El Madrid llegó bien a Tbilissi, tras un largo viaje -siete horas, con escala en Atenas-, pero sin más problemas que la retención de Stielike durante media hora en la aduana. La razón de ello pudo ser la antigüedad de la foto de su pasaporte o simplemente su condición de alemán. Stielike será hoy probablemente libero, como suele ocurrir en los partidos de importancia, y Gallego pasará a la media. Del Bosque, suplente en principio, sólo entrará en juego si las cosas van bien, y en este caso sería relevado Pineda, con lo que Juanito pasaría a jugar en nunta.
Tortilla de patata
El campeón español se trajo tortilla de patata, ya hecha, jamón y queso, y eso comió ayer, aunque la comida georgiana no es mala, ni mucho menos, pues este es el Estado más agrícola y ganadero de la URSS. En la expedición se desplazaron 48 aficionados y más directivos de lo que es frecuente, porque tras el golpe de Tejero muchos de los inicialmente inscritos renunciaron a sus plazas y el Madrid aprovechó éstas para directivos y empleados.
Hay confianza en que los aficionados de Tbilissi se inclinen a favor del Madrid, dada la fuerte rivalidad futbolística existente entre esta ciudad y Moscú. De hecho, la televisión de Georgia pretendió pasar ayer un reportaje filmado por Jesús Izaguirre en los entrenamientos del Athlétic de Bilbao y la Real Sociedad, y Moscú lo prohibió, por temor a que ello supusiera un empujón a los aficionados de esta ciudad a favor del Madrid. Las teorías de que los vascos proceden del Cáucaso tienen gran fuerza aquí, y eso hace que en Georgia se vea como más familiar al Madrid que al Spartak de Moscú. Beskov, el entrenador del Spartak de Moscú, al que marcó Boskov en octavos de final de los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952, según recordaba el propio entrenador madridista, alineará hoy a los hermanos Matchidse, procedentes del Dinamo de Tbilissi, a fin de poner al público a favor. Pero el Madrid contraatacará comprando esta mañana docenas de flores, que sus jugadores arrojarán al público antes de que comience el partido, según consejo de Jesús Izaguirre. La temperatura es similar a la de Madrid y no hay indicios de que pueda llover, ni mucho menos nevar, a la hora del partido.
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